viernes, 29 de julio de 2022

Pregón en honor a la virgen de las Angustias realizado por Laura Pérez Alférez 2022.









PREGÓN EN HONOR A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS REALIZADO POR LAURA PÉREZ ALFÉREZ 2022.

En primer lugar, buenas tardes a todos y todas.
Ante todo, quisiera agradecer al señor presidente de la cofradía y al señor alcalde su presentación, y también transmitir mi agradecimiento a toda la Cofradía de Nuestra señora de Las Angustias.
Por fin nuestra añorada y deseada feria de La Viñuela, en honor a nuestra Patrona, ha comenzado. Hoy, La Viñuela ya huele a feria.
Después de dos años de distancias y mascarillas, por fin, son días de fiesta, de diversión los que tenemos por delante. Días de disfrutar y pasarlo bien, de tradiciones y reencuentros.
Cuando me ofrecieron ser pregonera de la Feria de La Viñuela, sentí por igual agradecimiento y responsabilidad. Un pregón consiste en elogiar y animar a participar al pueblo que te ha invitado a decir unas palabras.
Y yo os digo, que esto para mí es un pregón continuo, porque por donde voy La Viñuela está presente, y presumo primero que soy de La Viñuela y que soy de pueblo. También me siento orgullosa del carácter acogedor de los viñoleros. En La Viñuela todo el mundo es bienvenido.
En estos últimos días han venido a mi memoria un cúmulo de recuerdos y de vivencias compartidas con muchos de vosotros.
La procesión es mi primer recuerdo de la feria, junto con mi madre y mi hermana yendo a Manao a recibir a nuestra Virgen. Emocionada e ilusionada deseando ver las atracciones que habían montado.
De camino ya olía a feria, olor a eucaliptos y a caña verde del río recién cortada, con las que se cubría la caseta y se construían los ventorros.
¡Aquel año habían venido los voladores! Atracciones para los niños había pocas, pero para los chiquillos eran las mejores llevábamos todo el año esperando la ocasión.
También estaban en el camino de "Manao" los caballitos y las cunas, no el tiovivo y la noria, no. En La Viñuela eran los caballitos y las cunas, sin enchufes ni cables, lo que los hacía girar, a veces, era la voluntaria mano de algún niño, que ayudaba a cambio de darse alguna vuelta gratis.
Y como no, el esperado puesto de turrón, con sus manzanas y sus martillos de caramelo y sus cachitos de turrón. La banda de música ya sonaba, por fin llegaba nuestra Virgen al pueblo desde su ermita.
Recuerdo la emoción contenida reflejada en el rostro de mi madre, fiel devota de nuestra patrona, contemplando con devoción la imagen de Nuestra virgencita.
Emociones contradictorias, nada más doloroso que la imagen de Nuestra Madre de las Angustias acunando en su regazo a su hijo yacente, y a la vez, que esa misma imagen trasmita tanta luz y esperanza, su hermoso rostro enmarcado en su manto celeste azul cielo, y engalanado con múltiples flores su trono. Hoy por fin celebramos su tradicional retorno desde su ermita hasta la iglesia de San José.
¡La Viñuela, Mi Viñuela porque así te quiero, con tu La orgullosa delante, con tu nombre tan redondo y completo!
Hoy, La Viñuela es todo en su conjunto, su entorno, su embalse, sus pedanías y sus campos. Es el Camino de la Manao, el Castillo, las Pizarras, la Plaza, la Piedra, el solar y el camino de La Fuente ¡MiCamino! de la Fuente, ahí me crie.
Durante el confinamiento, el primer día que nos permitieron salir, mi primer paseo matutino, fue cómo no, al camino de La Fuente. Múltiples emociones a flor de piel.
La Fuente Lejos, el Pozanco, el Puente de Refijo, La corta. Aluvión de sentimientos, recuerdos de colores, de sonidos y olores se hicieron presentes.
Nostalgia de agua clara de nuestro río, el de nuestras madres y abuelas, donde se zapateaba la ropa a golpe de mano sobre la piedra limpia. Ropa blanca tendida al sol en juncos verdes.
Mientras los chiquillos chapoteaban risas infantiles corriendo río abajo, subiendo a toda prisa las escalerillas de la corta, sin barandilla sin protección, para bajar de nuevo al otro lado del chorrerón de La Corta.
Añoranza de huertos de naranjos a ambos lados del camino, y ese mismo olor a azahar y a flores del río. Y ese Camino de La Fuente, entrañable siempre, tan igual y tan diferente, precioso antes y ahora.
La Viñuela también es nuestra iglesia, justo ahí en frente, la iglesia de San José, emblemática joya de estilo mudéjar, construida en el siglo XVI.
También es la ermita de la Virgen las Angustias. Durante el trazado de la carretera, allá por el 1888, se destruyó una pequeña cueva que albergaba varias estampas de santos, lugar de culto que los arrieros, comerciantes de la época, utilizaban para rezar a su paso por el antiguo camino real, que llevaba de Málaga a Granada.
El contratista de las obras de la carretera que era de Granada, prometió construir una ermita cerca de aquella cueva, para la virgen de las Angustias, patrona de su ciudad. La Viñuela la acogió con fervor y devoción y desde entonces, Nuestra Señora de las Angustias es nuestra Patrona, de todos los viñoleros.
La Viñuela también son sus nuevos barrios, sus parques y calles nuevas. Barrio de Andalucía, la Constitución, el Olivarejo, la Haza del Olivo. Porque la Viñuela no se quedó anclada en el tiempo, crece y evoluciona a más y mejor.
Noches de verano sentados al fresco, vivencias compartidas con muchos de vosotros. Aromas a Jazmín, a hierbabuena, a dama de noche. Esas casas donde las puertas permanecían abiertas hasta que caía la noche, y donde las familias se sentaban a charlar animadamente con los vecinos.
Los chiquillos corriendo, saltando y jugando en la calle. Los mayores fabulaban, narrando historias y chascarrillos, que los niños oíamos empapándonos de tradiciones, de sabiduría popular, convirtiéndose en parte de la cultura de nuestro pueblo.
La Viñuela..., tierra de tradiciones y costumbres populares, algunas se conservan, otras se van diluyendo en el tiempo.
Un cruce de caminos y una pequeña viña dio comienzo la historia de nuestro pueblo. Como su nombre indica, La Viñuela está vinculada desde sus orígenes al cultivo de la viña.
La Feria de la Pasa, que se celebrará en Septiembre es la fiesta temática más antigua de La Axarquia y es, en definitiva, un homenaje a nuestras raíces a nuestro origen.
La Viñuela...tierra de agricultores.
Mi padre, agricultor de los de antes maestro de vendimias y de vara de varear de sol a sol, maestro de noche, cuando la casa se llenaba de niños y jóvenes. Recuerdo a mi padre con sus viejos libros de aritmética, ortografía, matemáticas, y el dictado diario.
Y aquellos muchachos sentados alrededor de la mesa grande de comedor, que se convertía en la escuela improvisada, a la que de día apenas podían asistir, porque había que ayudar en las faenas del campo. Alguno de aquellos muchachos que emigraron buscando su futuro, de vuelta en alguna feria, todavía me comentan con cariño y agradecidos anécdotas de aquellas noches de lecturas y multiplicaciones.
La Viñuela..., tierra de vendimia, de toldos y uvas moscatel doradas al sol. La noche de Las Candelarias en plena faena de las pasas, cuando todos los cerros y montes en el valle del Salía y del río Guaro, se iluminaban con cientos de puntos de luz a lejos. Herrera, El Monte, Cortijo Barranquero, Las Navas, Las Umbrías, Las Monjas, Albolote, el Cerro de la Encina.
En la noche se encendían las candelas, se hacían sonar las caracolas, se bailaban y cantaban coplillas de la rueda, y los más fiesteros se arrancaban por verdiales. Costumbres tan nuestras, de cultura, folclore y tradiciones, que son nuestras raíces Nuestra seña de identidad.
Todas estas vivencias de niñez y juventud, son las que me unieron de raíz a esta bendita tierra nuestra.
Hoy vivo en La Viñuela, hoy me siento orgullosa de este mi pueblo, nuestro pueblo, el de todos, en el que nadie se siente extraño, diversidad de lenguas y culturas, porque en La Viñuela se recibe a todo el mundo con la sonrisa grande.
Hoy me dirijo también a todos los viñoleros, a quienes por distintas circunstancias se mantienen lejos de su tierra, y lo hago para animarles a que nos visiten y nos acompañen en estos días de feria.
Hoy les invito a todos los que aman nuestro pueblo a visitarnos, porque tenemos un entorno con un encanto natural, de enclaves increíbles. Esas calles estrechas, de casas blancas, tienen un no sé qué..., que enamoran.
Cada callejón, cada rincón, cada esquina, porque en esta, nuestra tierra, se mezcla la belleza de la naturaleza de interior pero cerca de la costa.
Porque en La Viñuela se acoge tan bien al visitante, que no te quieres ir, y así muchos se quedan, y otros van y vienen, porque algo tiene esta bendita tierra nuestra que siempre vuelves.
La Viñuela un lugar para enamorarse de la tranquilidad de nuestro pueblo. Y es que el orgullo de ser viñolera no se puede explicar, simplemente, se siente.
Hoy me dirijo también a los más jóvenes, y les animo a coger el testigo, para que nuestras costumbres y tradiciones no se pierdan.
Hoy os invito a todos participar y disfrutar de la feria más deseada, ya hay ganas de feria y de disfrutar de la fiesta. Días de reunión, de diversión y alegría, días de reencuentros.
Devoción de amor a nuestra patrona, que después de un intenso recorrido, llega a las puertas de la iglesia de San José, que la acogerá y se quedará con nosotros hasta la feria de la Pasa, en septiembre, que volverá de nuevo a su ermita Virgen de las Angustias, Madre querida. De la mano de un hombre devoto, llegaste a nuestro pueblo desde tierras granadinas. La Viñuela te acogió con los brazos abiertos, venerada Patrona divina. ¿Te acuerdas Madre..., te acuerdas Madre...? ¡Cuántas veces La Viñuela a tus pies rezó la Salve! Hoy, después de dos años, tu pueblo te rinde homenaje y te saluda. Tu pueblo, La Viñuela.
Gracias a todos por acompañar en este acto de procesión. A mi familia, siempre, este año aún más especial, mi nieta Julia ha acompañado por primera vez nuestra Virgen. A mi Club de Lectura y Teatro de La Viñuela, por hacerme sentir arropada y acompañada, este año además, mayordomos de la Junta de festejos.

¡Y a todos los mayordomos que nos precedieron!... y a todos los que están por venir ¡¡Gracias!! por vuestra ilusión y vuestro empeño. Que esta tradición perdure por siempre.
"Amigos vecinos" y "visitantes amigos", disfrutemos este tiempo de fiesta. Disfrutemos de nuestra esperada y deseada feria.

¡Hoy os digo!

¡Viva La Viñuela!

¡Viva la virgen de las Angustias!

Laura Pérez Alférez

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