Nos atrevemos con un nuevo ejercicio. Basándonos en un reto que ha lanzado @irenegpunto en instagram, le damos otra vuelta de tuerca a los microrrelatos y los reducimos a veinte palabras como máximo. Acostumbrados a las ciento ochenta palabras, esto se puede poner difícil, pero el que no arriesga no gana.
Las reglas son las siguientes:
-Expresa lo que te hace sentir una caricia, qué sucede en tu cuerpo y en tu mente cuando una persona querida te acaricia.
-Utiliza un máximo de veinte palabras para expresarlo.
-No hace falta que le pongas título.
Disfrutadlos y animaos a mandarnos los vuestros.
Carmen
Tu mirada reposa sobre la mía, como almohada suave, blanda, de ingenua ternura. Es tu profunda mirada redonda un refugio.
Maite de la Cámara
Los poros de mi piel se convierten en un volcán sintiendo tus manos con un alto voltaje de mis dendritas.
Rafa Núñez Rodríguez
Se posan en ti con suavidad, palabras húmedas con las que pinto tu cuerpo, tu calor, despacio, despacio...
Laura Pérez Alférez
Acariciaste mi alma con susurros anhelados y elevaste mis sentidos, tatuando en mi piel un verso inconcluso.
Benet da Silva
Durante un segundo tuve la sensación de que el mar me acariciaba, me confundió la profundidad de aquellos verdes ojos.
Cande Molina Mostazo
Suspiro en tu cuello, surco tus olas y acaricio con los dedos tus labios y entonces me lleno de ti.
Monse Martínez Serrano
La levedad de tus caricias recorre mi cuerpo. Y tibio de anhelos, con el paso del tacto, se expande.
Encarni Navas
Lo sé. Llegaste. Percibo la calidez que extiendes, sentidos que despiertas, piel que erizas, corazón que palpita. Destino: próximo paraíso.
Mª Carmen Jiménez Aragón
Mi vello se eriza y la electricidad viaja por todo mi cuerpo. Mensaje descifrado: mi felicidad empieza contigo.
Lidia Molina Zorrilla
Miro hacia abajo y te veo acariciar el cuerpo que he abandonado en un viaje con orgasmo de equipaje.
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Tu mano acariciando mi hombro durante una conversación cualquiera me transporta a un sofá bajo una ventana treinta años atrás.
Antonio García Gallego
Olvidarás el regreso, jamás la llegada. Tu ilusión persistirá, nunca tu decepción. Tus palabras se fueron, mis ganas nunca.
Dori Calderón Ramos
Tus manos sobre mi cara y tus primeras palabras del día acariciando mi oído: ¡Mami, ya desperté!
Solo puedo sonreír.
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