jueves, 26 de mayo de 2022

¡ENHORABUENA, BENET DA SILVA!

  

 


Benet da Silva es, aparte de compañero del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela, un tenaz escritor y romántico poeta. Ya publicó su primera novela, "El niño y la teta", y su segunda novela está en camino. Además de escribir, es cocinero profesional, y aun así encuentra tiempo para participar en nuestro mencionado Club y, a la vez, en otro ajeno en el que también escriben microrrelatos.

   Pero, por si esto fuera poco, Benet no duda en aprovechar cualquier oportunidad de participar en concursos literarios de todo el país, mandando sus creaciones tanto en el campo de la poesía como en el de la narrativa.

    Y tenía que llegar el día...

   Nos complace dar la enhorabuena a nuestro compañero por haber conseguido el 5º puesto, a nivel nacional, en el I Concurso de Microrrelatos que convoca Radio Altea, dentro de su programa Vente Conmigo (dirigido por Teresa Martinic), en la sección denominada "Sección del Autor", conducida por Manuel J. Fernández García (Leandro para los amigos). El jurado, formado además por los escritores Carmelo Plaza y María Dolores Jiménez, ha emitido su fallo otorgando el primer premio al título "Por debajo de sus pies", del escritor Alexis López Vidal (Valencia). El segundo premio ha recaído sobre la obra "Cuida de ella", de la escritora Elvira Toro Frías (Sant Joan Despí, Barcelona).              

   Tu constancia y tesón serán claves para alcanzar tu meta. ¡Disfruta de este logro!

   A continuación os dejamos el microrrelato de Benet da Silva.

DESEO FEROZ
Sus pensamientos se asemejaban a una candela chisporroteante. Aquella joven hurí rehusaba complacerle y eso lo exasperaba. Aquella noche decidió poner fin a su provocación y, en caso de no ceder, dictaría el veredicto. La vendería a aquel indeseable, cuyo aliento olía a letrina, pero pagaba generosamente. «Menudo tinglado de trapicheos maneja», pensó.

Ella entró en la habitación con una túnica de percal como única vestimenta, se acercó a él y dijo:

—Mi señor, hoy siento un feroz deseo de complaceros. Pero antes, permitidme solo contemplar la luna llena.

A media noche, se armó un cisco monumental en el palacio del Rajá, cuando lo hallaron sin vida.

Mientras tanto, ella, no lejos de allí, se miraba al espejo con la vista fija en los dos colmillos cánidos que sobresalían y con los que, de una certera dentellada, perforó su yugular. Luego, con un gesto de desagrado, escupió y murmuró:

—Ni siquiera su sangre es digna de mis labios.

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