viernes, 28 de mayo de 2021

Presentación de EL NIÑO Y LA TETA de Benet da Silva en Periana.











28/05/2021
Esta tarde a las 19:30 ha tenido lugar la presentación de la primera novela de Benet da Silva titulada EL NIÑO Y LA TETA, organizado por el Excmo. Ayuntamiento de Periana y la Concejalía de Cultura.
El acto fue presentado por Paloma Díaz, seguidamente el autor hizo una pequeña presentación de un vídeo donde se podrían ver imágenes y pequeñas frases que resumirían el libro y el periplo de Santiago.
A continuación familiares y amigos comenzaron a debatir su historia personal, su acto de valentía y la necesidad de plasmarlo en un libro como ejercicio de sanación.
Una de las intervenciones fue de su hermana pequeña la cual habló de lo distinto que cada hermano había percibido e interiorizado su complicada situación familiar.
Familia de siete hermanos cuya madre era incapaz de demostrar el cariño a sus hijos, con idas y venidas, aún así cada hermano posee una historia familiar muy diferente, comentaba su hermana.
Ella personalmente notaba las carencias aunque eso, no le impidió vivir una vida completamente normal y plena, sin acarrear a su niñez, adolescencia o vida adulta ningún trauma que la impidiera desarrollarse con absoluta normalidad.
Esta novela autobiográfica, según su autor, sería importante una pronta continuación, en la cual ya está trabajando.
Tras un largo y ameno turno de preguntas y respuestas, Benito continuó con la firma de ejemplares.
Por último Benito posó satisfecho y agradecido por la asistencia con familiares, amigos, autoridades y demás asistentes al acto.
Recordemos que desde hace unos meses Benito es miembro del Club de Lectura y Teatro de la Viñuela, aunque en los últimos tiempos solo estamos dedicados plenamente a la escritura, esperamos muy pronto retomar nuestras actividades y reuniones semanales.
Así que esperamos que muy pronto podamos realizar nuestra sección de "ENCUENTROS CON EL AUTOR" y profundizar aún más en su narrativa y aspectos de su obra.
Le deseamos mucha suerte, que esta obra le sirva de experiencia sanadora y obtenga todas las alegrías y los propósitos planteados.

domingo, 23 de mayo de 2021

VIII. DEJA QUE TE CUENTE


Buenas, queridos lectores. Os mostramos un nuevo ejercicio en el que los miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela hemos elaborado microrrelatos, de unas 150 palabras aproximadamente, en los que debemos incluir unos términos clave propuestos entre todos. El tema de las historias es libre, aunque en ocasiones se ve muy condicionado por alguna de los términos obligados. Eso sí, originalidad y ocurrencia no va a faltar. En este caso serán 10 las palabras propuestas. Aclaramos que sustantivos y adjetivos pueden utilizarse en masculino o femenino, singular o plural; los verbos pueden utilizarse en cualquier tiempo o persona, o incluso en sus formas no personales; no se puede sustantivar un adjetivo, la palabra debe cumplir la función que originalmente se ha propuesto. Animaos en casa a practicar los ejercicios, podéis sorprenderos gratamente.

Sin más, aquí tenéis las palabras propuestas para este ejercicio: BACANAL, INDELEBLE, COHIBIR, ENROLLAR, AFONÍA, RUBOR, CARNAVAL, OJOS, DESLAVAZADO e IRIS.

Deseamos que disfrutéis de la lectura, saludos.


Lourdes Sánchez Jiménez
LA MENSAJERA
Un día de los que debía entregar un mensaje en el simposio del dios Dionisio, Iris escuchó cómo se le escapaba a su destinatario una gran revelación a consecuencia de tanto vino ingerido, al menos así lo demostraba el rubor de sus mejillas, su leve afonía y sus ojos.

Nadie le podría cohibir su libertad nunca más, estaba harta de entregar mensajes a deslavazados dioses que solo estaban de bacanal en bacanal. Se enrolló su himation al cuello y salió de allí memorizando cada palabra escuchada para que permaneciera indeleble en su mente.

Viajó durante días para llegar a la isla de Egeo donde, en uno de los pasadizos de su cueva, encontraría lo que buscaba. Allí, justo delante de sus ojos, estaba aquel sarcófago en el que, según la leyenda, estaba la capa mágica, la cual, al desplegarla al viento, provocaba un carnaval de colores llamado arco iris.


Dori Calderón Ramos
CON DECISIÓN
Llevaba un indeleble brillo en el iris de sus ojos dispuesta a no dejarse cohibir por nada, lo planeó en el instante de recibir su invitación para aquella fiesta de carnaval.

Sus constantes insinuaciones habían caído en saco roto, que Miguel era un deslavazado había quedado claro, así que hoy sacaría sus armas de mujer para enrollar sus lazos seductores sobre él.

Preparó a conciencia su disfraz de mujer fatal y fingió afonía para no delatar nerviosismo en su voz.

Con sus tacones de aguja, pisó unas heces de perro al salir a la calle, al agacharse, la cremallera de su ceñido vestido estalló dejando al aire parte de su trasero, mientras, un aspersor arruinó su peinado.

Sin amilanarse, llegó a la fiesta y un rubor subió a su cara ante aquella bacanal, el insulso Miguel, disfrazado de Tarzán, disfrutaba ante Jane, Chita y alguna chimpancé más que hacían sus delicias.


Mercedes Rodríguez Silvente
INOLVIDABLE CARNAVAL
Fue un viaje inolvidable, a pesar de que no supe el nombre ni volví a ver a aquel misterioso y fugaz amante.
Mis amigos y yo decidimos ir a Venecia, era carnaval y no queríamos perder la oportunidad, la fiesta parecía una bacanal. Hacía frío, un joven se acercó, se quitó la máscara y, cuando vi sus ojos y el color de su iris me sentí cohibida. Se colocó de nuevo la parte del disfraz y comenzamos a bailar. Me ruboricé, por suerte no se apreciaba al ir completamente tapada. El frío me provocó una afonía que me impidió hablar con él.
Le propuse apartarnos del bullicio, él aceptó, pasamos horas charlando, hasta que me besó y no pudimos evitar enrollarnos y que nuestros disfraces acabaran deslavazados y esparcidos por la hierba. Sus besos dejaron un rastro indeleble. Volví a mi ciudad, recordé durante mucho tiempo aquella hermosa y cálida vivencia.


Rafa Núñez Rodríguez
SAFARI
Nunca imaginé poder ver aquella escena, imágenes que luchaban contra la coherencia, pero el rubor se fue apoderando de mi rostro al ver aquella extraña bacanal.
Una jirafa besándose con un león tuerto, mientras dos hienas melladas acarician sus muslos. Tras un baobab, un lemur no cohibía sus ganas de tocarse en silencio. Y una serpiente vuelve a enrollar a su presa, pero con ganas de amor.
Un pequeño carnaval de pieles y bufidos que se quedaría indeleble en mi iris.
Entonces, un elefante con afonía abre la boca, solo el deseo sale de su garganta, se acerca con toda su humanidad a ese deslavazado grupo con ansias de cariño.
Vuelvo a abrir los ojos, miro la televisión y veo que sigue el documental de la dos, y pienso que no puedo comer tanto antes de la siesta.


Laura Pérez Alférez
BUENA LABIA
El indeleble dedo acusador del espejo señalaba el iris de mis ojos enrojecidos. Una ligera afonía me hacía recordar los excesos de la bacanal del carnaval deslavazado de la noche anterior.
Repetí, una vez más, la estereotipada frase:
"Buenos días, mi nombre es Pablo, le ofrezco una promoción que no podrá rechazar. En esta oferta…"
Desde el primer par de palabras ya sabía que me iban a colgar.
Pero... ¡ Oh, sorpresa!
Una voz amable contestó, saludando con un sonoro "buenos días".
La única persona que me respondía, en diez intentos fallidos, resultaba ser una abuelita, que se enrollaba tan bien, que me cohibía con su parloteo y me llenaban de rubor sus insinuaciones.
A punto estuve de comprarle cualquier cosa que me hubiese querido vender.
Esta vez fui yo el que tuvo que colgar el teléfono.


Benet da Silva
LA DESCONOCIDA
A pesar de que trataba de cohibir sus pensamientos, no dejaba de pensar en el último carnaval, además de la afonía causada por el exceso de euforia, el rubor coloreaba sus mejillas solo recordar la bacanal en la que se vio inmerso con aquel deslavazado grupo por el que se había dejado enrollar. Sin embargo, esto solo hubiera sido una anécdota más de no ser por la mirada de aquellos verdes ojos, en los que la pasión acercaba sus iris a esa especie de istmo que une la nariz a la frente y se había grabado a fuego, y de manera indeleble, en su memoria.
Ni siquiera conocía el nombre de la desconocida que había despertado en él, eso que llaman amor y que llegó sin avisar, pero con un inusual y estruendoso; tuc tuc en su corazón.


Cande Molina Mostazo
UNA PROPOSICIÓN INDECENTE
Las fiestas de verano en los pueblos son como los carnavales, cada día una temática: décadas, hawaiana, ibicenca... Son recuerdos indelebles.
Y ahí estaba yo, veintiséis años menos, tercer día de feria, una afonía de lujo, a las dos de la madrugada..., menuda bacanal se había formado. Entonces me crucé con él, el chico de la infinita sonrisa. Me saludó. Yo intentaba cohibir mi nerviosismo, ver el iris de sus ojos encendía un rubor en mis mejillas dejándome deslavazada. Él me invitó a bailar y yo, indecisa, acepté la propuesta. Bailamos un buen rato. Que calor me entró cuando pegó su cuerpo al mío y yo no hacía nada por separarlo. La luna llena de agosto nos hechizó y nos enrollamos besándonos en la puerta de mi casa.
Ahora me está preparando un café, sabe que me gusta sin azúcar y con un poco de leche.


Montse Martínez Serrano
RETIRO TÁNTRICO
–No te cohíbas – dijo mientras le empujaba para entrar en la yurta.
–Bienvenidos a la ceremonia del Dios Baco – clamó la organizadora del evento levantando con sensualidad una copa de vino.
Todos los asistentes a la bacanal imitaron el gesto menos él, que dejó la copa apoyada en su pubis. ¿Cómo iba a encontrar pareja allí? No sabía cómo se había dejado enrollar por su amigo. Por mucho que se frotase las mejillas el rubor seguía en ellas, indeleble, coloreando su desnudez.
Poco a poco los cuerpos se fueron mezclando, tocando, oliendo, degustando…a veces por parejas, otras en triadas y unas cuantas más en polígonos deslavazados de amor. Abrazos, caricias, gemidos, ojos en blanco, pupilas dilatadas e iris prometedores.
Al día siguiente fue a la habitación de su amigo, la cama estaba sin deshacer. Lo buscó por todas partes, pero había desaparecido, silenciosamente, como la afonía que viene y te deja sin voz.


Mª Carmen Jiménez Aragón
UNA FIESTA DE EMPRESA MOVIDITA
Me desperté en casa, con un fuerte dolor de cabeza y los ojos hinchados como sapos. A saber lo que habría tomado…
El recuerdo de aquella bacanal perduraría indeleble en mi memoria, o al menos el deslavazado carnaval que desfiló ante mí; disfraces insulsos y desgarbados que parecía que se habían enrollado a escamosos cuerpos con colas multiformes y cabezas reptilianas con iris blanquecinos. Algo surrealista.
Pero debo reconocer que lo pasé bien, aunque no recuerde algunos detalles nimios, como por ejemplo cómo había llegado a mi cama mi director ejecutivo que, con un repentino rubor en las mejillas y una gran afonía, intentaba decirme:
- Paco, ¿puedes darte la vuelta para que me vista?


Gema Frías Luque
NIÑA MIMADA
Era una niña preciosa y deseada, de ojos achinados e iris azulado, su piel solía sentir rubor con facilidad y, en ocasiones, su voz presentaba rasgos típicos de una afonía común.
Tras cumplir la mayoría de edad, Eva, desapareció del pueblo. Según decían, se escapó con un malabarista que se encargó de desordenar más su deslavazada vida. Las malas lenguas contaban que podría estar en algún país latino, enrollando bacanales y orgías, convirtiendo su existencia en un carnaval, metida en alguna secta o estafando a ancianos indefensos. Aún perdura en mí su recuerdo indeleble.
La cruda realidad era que las mafias cohibían su libertad, estaba siendo torturada por un narcotraficante internacional y que, gracias a la Interpol, pudo ser rescatada y devuelta a su familia materna.


sábado, 8 de mayo de 2021

VII. DEJA QUE TE CUENTE.

 

Los miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela construyen microrrelatos, aproximadamente de 150 palabras, en las que deben incluir unos términos clave propuestos entre todos. El tema de la historia será libre, así que os garantizamos que leeréis relatos muy variados y originales, pero siempre incluyendo en la narración esas palabras comunes a todos. En este caso serán 10, una por cada componente del grupo y aclaramos que sustantivos y adjetivos pueden utilizarse en masculino o femenino, singular o plural; los verbos pueden utilizarse en cualquier tiempo o persona, o incluso en sus formas no personales; no se puede sustantivar un adjetivo, la palabra debe cumplir la función que originalmente se ha propuesto. Animaos en casa a practicar los ejercicios, podéis sorprenderos gratamente.

Sin más, aquí tenéis las palabras propuestas para este ejercicio: PUERTA, TERNURA, ZAFIRO, QUIETUD, DESASOSIEGO, NIMIO, ACENDRAR, CELEBRAR, RITUAL y SONRISA.

Deseamos que disfrutéis de la lectura, saludos.


Gema Frías Luque
SUENAN CAMPANAS
Aquella tarde, abrí la puerta y vi su gran sonrisa, sentí ternura en nuestro cruce de miradas, y de repente pensé: ¿quizá había algo que celebrar? La quietud de aquel pasillo se me hizo eterna, y desfilaron mil flashes en mi mente, ¿quizá debía acendrar mi carácter?, sentía preocupación por descubrir algo negativo, y daba el siguiente paso. Todo me producía desasosiego, hasta el chirrido nimio de mis suelas al caminar.
Nunca imaginé que tras llegar al salón estarían todos reunidos, como si de un ritual se tratase, y ella arrodillada con una pequeña caja en la mano, mi sorpresa fue cuando descubrí que era un zafiro.


Lourdes Sánchez Jiménez
LA JOYA
Al abrir la puerta, el olor a rancio le provocó un desasosiego, celebrando en su mente un debate sobre la decisión tomada.
Como si de un ritual se tratase, con una sonrisa forzada, apareció tras el mostrador aquel raro personaje con voz que provocaba dulzura.
_¡ Bienvenida a Jason Antiques! ¿En qué puedo ayudarle en esta espléndida mañana?
El olor y el aspecto de aquel hombrecillo bajo con orejas puntiagudas le provocó una inquietud en la voz tardando en contestarle.
- Buenos días, venía a acendrar una joya que ha pertenecido durante siglos a mi familia.
- Pues ha venido usted al sitio adecuado, señorita, tengo un nimio cuidado con dichos objetos.
Ella extendió su mano mostrándole un anillo con un zafiro incrustado, él la agarró pronunciando unas palabras en un idioma desconocido para ella, lo cual provocó que saliese de aquel anillo un intenso haz de luz.


Dori Calderón Ramos
ANIVERSARIO
Decidida a acendrar su reputación y no dejar el más nimio indicio de su relación con la desaparición del zafiro, esa tarde abrió la puerta y se encaminó a celebrar el puñetero aniversario.
Debía actuar como la amiga perfecta ante todos, hacía ya un año de la boda y ella seguía siendo la novia abandonada.
Encaró una falsa sonrisa para disimular su desasosiego, tenía que cumplir con el ritual de las felicitaciones, así que daría un abrazo lleno de ternura a Melisa, preguntaría por Carlos, su ex y marido de su amiga, se extrañaría de su ausencia y como todos los asistentes hablaría de la mala fortuna del robo de la joya.
Unas quemaduras inoportunas serían la excusa del vendaje en su mano, pues desde que colocó en su dedo el anillo no halló la forma de sacarlo.
En la quietud de la noche pensaría como deshacerse del cuerpo.


Mercedes Rodríguez Silvente
RECONCILIACIÓN
A pesar de que no fue el mejor padre, fui a notificarle que iba a celebrar mi boda. Cuando abrió la puerta, su quietud y silencio me provocó desasosiego, no sabía si era bien recibida. Pocos segundos después, una sonrisa asomó a sus labios y me calmó. Me invitó a pasar y con ternura me preguntó: ¿Te ha pedido matrimonio?

Enseñándole el anillo de compromiso con aquel hermoso zafiro, le respondí que sí.

Comenzó a contarme su historia, algo que me sorprendió, pues nuestra relación era casi nula, mientras proseguía con su charla, pensé, «¿estará acendrando su carácter?». Me contó que su boda fue un ritual, más bien nimio, ya que se casaron al quedarse embarazada, luego llegamos los demás hijos, y un día se marchó cuando yo tenía dieciocho meses, y se quedó con mis cinco hermanos. Ellos fueron creciendo y marchándose. A continuación, me dijo que por supuesto asistiría, me deseó suerte en mi matrimonio y se despidió de mí con palabras que me emocionaron; Te quiero hija.


Rafa Núñez Rodríguez
RITUALES
Tocaron a la puerta cuando estaba terminando de pintarse la sonrisa, siempre seguía el mismo ritual,
labios y mofletes con rojo carmesí todavía caliente.
En cada nueva ciudad buscaba la ternura de algún callejón oscuro, y el desasosiego de unos besos que se cambiarían por monedas, y entonces, un nimio corte en un cuello frágil, y la quietud de una mirada cristalizada por la injusta vida.
Eso sí, siempre les dejaba bajo la lengua un pequeño zafiro, para pagar por su esencia.
Se miró al espejo, unos ojos marrones y un rostro bañado por aquellos suspiros apagados, esos que le traían suerte, y le hacían sentir que con cada actuación estaba más cerca de acendrar su personalidad.
Entonces, fuera comenzó a sonar la cancioncilla que abría el espectáculo...
-Había una vez, un circo...


Mª Jesús Campos Escalona
ANGEL O DIABLO
El colegio de monjas acendró mi carácter, eso me decían continuamente. Celebrar cada tarde el ritual de las misas, me suponía una nimia tarea de lo más aburrida. Con desasosiego no veía el día de marcharme muy, muy lejos.
Un día, en la quietud de mi habitación, urdí un plan perfecto. Entré con cuidado en el dormitorio de la directora, abriendo la puerta con el máximo sigilo. Lentamente abrí un cajón y extraje un pañuelo que envolvía un zafiro. Metí la hermosa piedra en mi boca, tragándola con avidez. ¡Ya tenía en mi poder el salvoconducto para salir de allí!
Pero al salir me topé con el padre Luciano.
-¿Qué haces tú aquí, niña?
Con ternura, contesté:
-Padre, vine a tapar a nuestra hermana, para que el helor del atardecer no la despertara.
Él masculló algo y se fue. Una sonrisa pícara afloró al acariciarme la barriga.


Laura Pérez Alférez
EXILIADO DE SU PEQUEÑO UNIVERSO
Se encuentra a salvo en su burbuja, levitando libre en la quietud de aguas mansas. Una dulce melodía latiendo a su mismo compás le arrulla con ternura, se halla sereno y en paz.
En un momento todo su pequeño universo sin acendrar se tambalea, algo extraño está sucediendo, le empujan, le obligan a abandonar su zona de confort.
Se siente tan nimio y vulnerable que un gran desasosiego le llena de confusión, un simple cordón es el hilo conductor que le mantiene unido a la puerta de la esperanza.
Se siente desprotegido pero pronto encontrará a alguien en quien confiar, unos brazos amorosos donde acurrucarse y sentirse a salvo...
Su primera sonrisa al mundo es un destello de zafiro, comienza el ritual para celebrar el milagro de la vida.
Ha llegado el momento de conocer a mamá y a papá.


Benet da Silva
LA PUERTA
María caminaba a solas, sin referencia alguna de, hacía o por donde ir, en el intrincado camino que era ser madre soltera.
Una tarde, hacían los preparativos para celebrar el noveno cumpleaños de Susana y esta hizo la pregunta más temida por María.
—¿Mamá, por qué no tengo papá? —Por sus mejillas resbalaron dos pequeños zafiros.
A María aquella pregunta le provocó una nerviosa quietud y desasosiego, sin embargo, reaccionó, la miró con ternura y le preguntó:
—¿Podemos hablar mañana?
La tarde siguiente se dirigió a la habitación de su hija, dudó al ejecutar el minio ritual de abrir la puerta, pero estaba en juego acendrar el futuro emocional de esta, entró en la habitación, le dio el teléfono y dijo:
—Tu padre quiere hablarte.
—Yo no.
Cortó la llamada y brindó una sonrisa a su madre agradeciéndole que le dejara tomar a ella, la decisión de escucharlo.
—Solo quería saber si vivía —puntualizó.


Cande Molina Mostazo
PASEANDO ENTRE LAS NUBES
Allí estábamos los dos, celebrando el habernos conocido. La brisa le acendraba el cabello y yo la miraba con ternura. Su sonrisa, llena de emoción y miedo, me advirtió que era el momento. Entonces, justo cuando iba a arrodillarme como manda el ritual, se escucha un ruido y nos vemos inclinados hacia un lado, la puerta empezó a vibrar con el aire. Una voz, por el altavoz, nos intentaba calmar:
-Es un problema nimio, no os preocupéis, en unos minutos estará solucionado y podréis seguir disfrutando del paseo.
-Amor mío, no dejes que se apodere de ti el desasosiego. -Con mucha quietud, me arrodillo frente a ella y saco del bolsillo el anillo de zafiro -¿te quieres casar conmigo?
Me miró y me dijo:
-Sí, esto es justo como me lo había imaginado.- Un chasquido puso otra vez el teleférico en marcha.


Montse Martínez Serrano
EL RITUAL DEL CISNE
En el centro de la mesa había un tapete colorido y sobre él, un cristal de zafiro, una vela azul, dos monedas, una pluma de cisne, una copa con agua de manantial y la foto de una niña con un ojo vago y pecas en las mejillas. La puerta se abrió y un chasquido rompió la quietud de la habitación en la que Julia esperaba con desasosiego.
- Puedes pasar, vamos a celebrar el ritual– dijo la chamana.
Julia entró despacio, con los ojos taladrando el suelo, siguiendo sus pasos nimios como si fuesen ellos los que tuvieran que acendrarse. Cuando la chamana la tuvo en frente, levantó con ternura su mentón. Miró su sonrisa desdibujada y reconoció un patito feo entre bosquejos, En ese instante, la pluma de la mesa voló y la chamana supo qué hacer para sanar a aquella mujer.


Mª del Carmen Jiménez Aragón
UN PLAN PARA EL DÍA DE LA MADRE
En la quietud de la noche, su desasosiego se hacía casi palpable. Había llegado la hora de poner en marcha el ritual y los pasos que había ensayado tanto para llegar a ser madre.

Esperó a que todos durmieran y forzó la puerta trasera para acceder a la vivienda. Cuando localizó a su ansiado bebé, una sonrisa afloró a su rostro. Se le antojaba que aquellos dos zafiros acendraban toda fechoría solo con el brillo de su mirada y, con mucha ternura, cogió al niño y se largó con el máximo sigilo. Hasta el más nimio detalle lo había estudiado para que todo saliera perfecto. Por fin sería madre, aunque no lo pudiera celebrar por todo lo alto para no levantar sospechas en el sanatorio.