sábado, 25 de febrero de 2023

La Molienda sabe a verso.














25/02/2023
Museo Etnográfico de Riogordo, murmullos de expectación entre pinturas llenas de vida que arropan el barro de las paredes, ladrillos y maderas que envuelven a la poesía.
Diferentes voces, pero todas con un mismo brillo en la mirada, y las palabras fluyen, vuelan entre el público, historias llenas de olivos, de recuerdo y añoranzas, de realidades y sueños, matices de yemas de dedos rozando la piel, acariciando grietas en vetustos troncos retorcidos.
Risas, muchas risas con la verdad de una carta amarilleada por el tiempo, y una fotografía del pueblo de sus amaneceres entre toldos y olivos, gente buscando los rayos de sol y un rato de charla.
Un pueblo a través de una voz.
Y muchas voces que nos han regalado una tarde de poesía viva, relatos y aromas a aceite.
Felicitamos al Ayuntamiento de Riogordo por creer en la cultura, fomentar eventos como éste, y promover la literatura, esa que nos hace un poco más libres.
Y queremos agradecer a Belén Pozo, por ser la mejor anfitriona para con el club de lectura y teatro de la Viñuela, y por regalar a su pueblo la mejor postal que puede nacer de una voz.


Hoy se ha dado cita en el vecino pueblo de Riogordo el V Recital de Poesía "La Molienda de Riogordo" celebrado en el Museo Etnográfico a las 18:00 horas con la participación de los poetas, Teresa Antares, Gema Córdoba Moreno, Petra Desiderata, María Luisa Fernández García, Robert Lawson, José Enrique Martínez de la Ossa, José Pérez Jaime, Belén Pozo Rodríguez, María Ramos Gallardo y con la colaboración de Mari Carmen Cabello Cueto, Juan Gavilán Perdiguero "La ventana de las palabras".

lunes, 20 de febrero de 2023

II. ¿QUÉ TE CUENTA UNA IMAGEN?

 Hola, amigos y amigas de la palabra.

En esta ocasión  traemos el ejercicio sobre escribir un microrrelato o poema basándonos en las emociones que nos transmita una imagen. La foto en cuestión nos la ha enviado un lector. Puede ser una buena idea para que interactuéis con nosotros

Los textos no deben sobrepasar las 180 palabras sin contar el título.

Esperamos que disfrutéis la lectura y que os animéis a mandarnos vuestras creaciones.

Lidia Molina Zorrilla

EN EL MOMENTO EXACTO
    No es mucho el tiempo que pasa desde que empiezan a aparecer las primeras flores, y cada día observo los almendros con ansias de verlos completos, hasta que, de pronto, me doy cuenta de que el blanco deja paso al verde. En cada viaje de vuelta del trabajo me obsesiona ese escrutinio; en el de ida es imposible, llegando siempre de noche aún. Pienso "no todas las personas se obsesionan con el ritmo de florecimiento de los almendros como yo" y, de repente, me niego a que sea por casualidad, me cruzo con un club de lectura que me anima a escribir sobre las emociones que me genera una foto. Y ¿qué encuentro? Un almendro que conozco bien, conozco la serenidad, la calma y la paz que me transmite y la foto me lleva a mis paseos matinales llenos de pensamientos en desorden. Y me vuelve el agobio, así que, llegando a las 180 palabras, me preparo para salir a andar y comprobar que el paisaje va cambiando y hace frío, de ese que aquí pensamos que es de verdad.

Gema Frías Luque

PASEO AMARGO

    Era finales del verano y, cada tarde, mi madre me duchaba, me vestía de limpio y me mandaba a pasear con la fresca.

    Durante el paseo, acompañada de mis primos paternos, recogíamos moras silvestres, acechábamos algunos árboles frutales a la par que rebuscábamos alguna nuez olvidada de entre las hojas.
    Cada día, mi madre nos daba un encargo, “si llegáis hasta los almendros del tito Luis, recoged algunas almendras, que mañana os voy a hacer un ajoblanco”. A la vuelta veníamos con los bolsillos llenos, orgullosos de haber hecho bien el encargo.
    Al día siguiente, acabada la faena culinaria, mi madre, animada, probó el ajoblanco, escupiendo con sorpresa aquel sorbo. Ya sabía ella que no habíamos ido a la finca del tito Luis, puesto que las almendras eran amargas.

Lourdes Sánchez Jiménez
ALMENDRO EN FLOR
    Tu belleza y elegancia me provoca tranquilidad, calma, serenidad y armonía.
    Tus ramas me dan la mano y me llevan a pasear con mis seres queridos al más allá, respirando profundamente tu aroma amielado. Siento cómo me reencarno en la mariposa que vuela a tu alrededor, poso mis patitas a tus pies y levanto mi mirada para ver tu majestuosidad, mientras leo D.E.P.

Dori Calderón Ramos
MIENTRAS DORMÍA
    La fiebre no cedía tras varios días haciendo sudar a la niña, su madre no dormía desde que aquella odisea de salpullido rojo, alta temperatura y congestión se apoderaron del pequeño cuerpo. Gripe y sarampión diagnosticó el doctor.
    La preocupación de la mujer no tenía descanso, pues la niña dormía demasiado, apenas comía y hasta hubo algún delirio en el cenit de su fiebre, solo se retiraba de su lado cuando despertaba y sonreía, entonces aprovechaba para hacer las tareas mientras la abuela se sentaba en la cama al lado de la pequeña y le ofrecía un cuento, entonces la niña sonreía y escuchaba la voz de su abuela que la hacía soñar en el país de la fantasía.
    Mientras llegaba la mejoría arribó febrero, la lluvia dio una tregua y, una tarde de sol, la chiquilla salió a la terraza.
    Un inmenso mar blanco la esperaba frente a la casa y de su garganta salió una dulce exclamación mientras sonreía a los almendros que florecieron mientras ella dormía.

José A. Ortega Cuadra
LA FLOR DEL ALMENDRO
Llega la tarde e infinitos pétalos
tiñen de blanco y rosa
las laderas de los montes.

Aún lejos de mi tierra,
añoro la hermosura de su flora,
de fragancia embriagadora,
recuerdan a tus besos, por su aroma.

Solo tu belleza consigue eclipsar
la floración del almendro,
tal vez efímera,
pero siempre perenne en mi recuerdo.

Atardeceres cargados de nostalgia.
Atardeceres eternos a tu lado,
por siempre, ojalá cubiertos
por el manto de la flor del almendro.


Rafa Núñez Rodríguez
ALMENDRO
Atalaya del secano,
con cuerpo enjuto,
piel reseca
y mirada centenaria.
Todo cambia al llegar la primavera,
te vistes de pureza
y gotitas de corazón,
pintas lunares en los montes lejanos,
y reflejos hermosos en las miradas cercanas.
Y la vida te lo agradece
preñando tus flores,
esas que nosotros ansiamos besar,
esas que tanto placer nos devolverán.

Mª Jesús Campos Escalona
SIN PRETENSIONES
    Y ahí estamos tú y yo, correteando entre las amapolas y las vinagreras. El campo está cuajado de ellas y los almendros en flor nos dan los buenos días con su agradable olor a primavera.
    Tú recoges hinojos, llevas ya un buen manojo en tu regazo. Mientras, yo resbalo una y otra vez con el rocío de la mañana. Te ríes con ganas cuando me ves toda ofuscada intentando mantenerme en pie. Te acercas, me das la mano y juntas nos dirigimos a cobijarnos bajo la belleza del almendro. Allí, compartes conmigo tus hinojos y juntas, idealizamos un futuro más justo y solidario, rebosante de magia y visto a través del prisma de los ojos de dos niñas.
    Más tarde, bajamos agarradas de la mano. Tú, te acercas toda contenta a la casa de nuestra abuela para ofrecerle el trabajo de la mañana. Mientras yo, voy corriendo hacia mi casa, alzando el ramillete de hierbas, y exclamo como si de un gran tesoro se tratara:
—¡Mira, mamá!

Laura Pérez Alférez
EL ALMENDRO DEL PARQUE
    Gente gris que camina deprisa, embutida en sus abrigos caros, ignora a la mujer que les mira aferrada a sus bolsas rajadas y mugrientas, mientras estruja unas gotas del envase de cartón para calentarse el estómago y el alma.
    La gente acelera el paso. En el banco de enfrente, un hombre intenta robar unos pétalos al aire. Ella recoge una flor del suelo y, presumida, se la coloca en el pelo.
    Cae la tarde, ya nadie atraviesa el parque. El hombre le guiña un ojo y le señala el almendro florecido.
    Después de varias horas sentados cada uno en su banco, se cobijan entre cartones en el hueco del árbol. Enredados entre las raíces deformadas, comparten el líquido agrio y el escaso calor que les queda, uniéndose en una danza violenta y fugaz dos cuerpos doloridos, hasta que les vence el sueño y el sopor del alcohol.

Benet da Silva
HISTORIA DE UN PERENNE AMOR
    Aún sentía el frío que dejó en sus adentros aquel veintiuno julio, cuando se fue. No era la primera vez. Así mismo, era consciente de que no sería la última, pero su ausencia provocó que tanto el otoño como el invierno fueran para él, además de lánguidos y fríos, seis meses de inacabable soledad. Descuidó su apariencia, notaba que la gente, al mirarlo, se compadecía de él. Su figura era enclenque, casi tétrica. 
    No obstante, sentía su sangre avivarse de nuevo mientras comenzaba a vestir su torso con una elegante camisa verde en la cual, su amada, pintaría rosados lunares una vez más. Pensó:
—¡La primavera al fin regresa y, con ella, vuelvo a la vida!

Cande Molina Mostazo
EL ALMENDRO EN FLOR
    Ella se desenrosca su trenza del moño y la deja caer, sale a la puerta y saca agua del cántaro en la palangana de porcelana. Coge el trozo de jabón y se lava la cara. Mientras coge la toalla de lino y se va secando, el almendro del jardín ha amanecido lleno de flores. Sonríe mirando al horizonte, el cielo está intensamente azul, la mañana está fresca, pero los primeros rayos de sol vienen fuertes y dorados. 
    Coloca la mesa bajo las ramas del almendro, entra en casa y prende la lumbre. La cafetera suena. Lleva los tazones de café a la mesa, su marido la llama: 
    —¡Candelaria! 
    Y ella le dice: —¡estoy aquí, en el almendro!

***

    Nació una mañana gélida y clara,  de esas de aurora luminosa y tono rosado, de viento sereno, y de cielo intenso azul. Fue un parto difícil, la comadrona, exhausta, colocó la niña en el pecho de su madre y, tras un silencio aterrador, la criatura rompió a llorar. Una mezcla de sensaciones y sentimientos invadieron la habitación. Dolorida, y sin apenas poder moverse, la madre empezó a amamantar al bebé mientras miraba por la ventana, y vio que los almendros también habían florecido. Sus vistosas flores blancas y rosadas fueron la más maravillosa toquilla para la recién nacida,  que cumplirá años a la vez que los almendros en flor, y serán sus mejores compañeros de juegos y vigilantes de sus sueños y sus despertares.

Encarni Navas
ALMENDRAS Y OLIVOS
Estás preciosa esta mañana. Radiante con tu
manto de flores, corona brillante. Cada día más
bella, perdona que entonces nada dijera, no por
descuido o desidia, sólo tenía ojos, alma, para
descifrar tus formas, la voluptuosidad de tus
curvas, la alegría de tus brotes, minúsculas,
elípticas hojas, promesa de maduras frutas
futuras, sabrosas.
Vestidos con desnudez de semillas, nuestra
savia enamorada, decidí repoblar el mundo con
la hermosura de tu almendra, única en su
especie, plantarte miles, millones de veces
entre campos y abejas.
Fundidos en la blanca nieve que te recordaban
copas, vimos pasar años, cada uno floreciendo
nuestras ramas en ramos y en rejas.
¡Cuánto hace de aquello, no queda memoria!,
solo espejismos olvidados, pero sí nuestro
legado, la parte de historia en la que deseamos
plantarnos para permanecer unidos, uno a cada
lado.
Aquí me tienes guardián, protector de tu
blancura, tronco retorcido, mis arrugas más
arrugadas, las hojas lanceoladas, atento al
espectáculo que cada enero ofreces,
completamente redivivo, recordándome que, en
nuestro invierno de temperaturas extremas, aún
existe el milagro de la primavera.

Mª Carmen Jiménez Aragón
LA INOCENCIA DEL ALMENDRO
    Allí, junto a las piedras del camino, se derrumbó, y la fortaleza que la había mantenido erguida se licuó a través de sus almendrados ojos. En los últimos años había llorado mucho, pero esas lágrimas no le explicaban por qué eran tan cruel con ella, por qué sus compañeros la humillaban. Lo que sí tenía claro era que no aguantaba más, huiría. Ya le daba igual la desesperación de su madre, la impotencia de su padre, el abrazo de consuelo de Clara… Nada era suficiente. Miró a su alrededor, solo verdes olivos de ojos negros la observaban. Y, acariciando sus inocentes muñecas con el acero, se dejó caer junto a las rocas.
    Semanas después, el maestro explicaba en clase que la flor del almendro simboliza la inocencia, que si ya era inusual que floreciera en otoño, más inexplicable era ver uno donde hace unos días solo había olivos y piedras.

viernes, 17 de febrero de 2023

LLEGAMOS A LAS 30.000 VISITAS

    Gracias a todas las personas que apuestan por la cultura, a los que disfrutan con un libro entre las manos, a los que exprimen su cerebro para crear nuevas historias, a los clubes de lectura, a nuestros amigos, a los medios de comunicación cercanos por dar visibilidad,... Gracias a vosotros ya tenemos más de 30.000 visitas y seguimos sumando, seguimos educándonos, seguimos avanzando y conociendo nuestra Lengua.

 

AGRADECIDOS AL CLUB DE LECTURA VÉLEZ-MÁLAGA POR LA ACOGIDA A NUESTRO LIBRO MANOS INQUIETAS


    Tenemos la satisfacción de contar, a nuestro alrededor, con personas interesadas por la cultura, y en concreto por la lectura.
    Hoy, nuestro compañero del club, Rafa Núñez, se ha hecho cargo de hacer llegar varios ejemplares de nuestro primer libro de microrrelatos, "Manos inquietas", a los miembros del Club de Lectura Vélez-Málaga. Es su propósito trabajar nuestro libro en sus encuentros semanales que tienen lugar en El Centro, local utilizado como sede cultural.
    Es nuestro deseo que disfruten su lectura y, en un futuro próximo, poder organizar un encuentro de clubes donde podamos conocernos personalmente e intercambiar impresiones sobre el libro y otros temas culturales.
    Tremendamente agradecidos al Club de Lectura de Vélez-Málaga por el gran apoyo que han mostrado tras la publicación y por apostar siempre por mantener la buena costumbre de la lectura.

viernes, 10 de febrero de 2023

Presentación del libro de microrrelato "MANOS INQUIETAS" en Santa Cruz de Tenerife.

 






Uno de los componentes del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela es natural de Torre del Mar, aunque ahora vive en Santa Cruz de Tenerife. 

La presentación tuvo lugar en ESPACIO LITERARIO en donde más de una quincena de personas se reunieron para compartir con José Antonio Ortega nuestro proyecto materializado en este libro de microrrelatos titulado "MANOS INQUIETAS".

Comenzó la presentación dando la bienvenida a todos los asistentes, hizo una pequeña presentación del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela y de cómo comenzó nuestra andadura literaria durante la pandemia, cuando tuvimos que adaptarnos a preparar actividades sin poder reunirnos, ahí surgió la opción de escribir comunicándonos a través de whatsapp. Después continuó presentando a algunos autores del libro y leyendo un microrrelato de cada uno.

Para finalizar el acto hubo una firma de ejemplares y una charla animada de preguntas y respuestas en torno a la obra presentada.

Gracias por darle visibilidad en tu tierra a este proyecto común y esperamos que sea la primera de muchas presentaciones, siempre tendrás nuestro apoyo para todas y cuántas iniciativas desees realizar.

I. ¿QUÉ TE CUENTA UNA IMAGEN?



El ejercicio que desarrollamos a continuación consiste en escribir un microrrelato sobre lo que te transmita una fotografía.

Para ello, lo primero que hicimos algunos miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela fue hacer una visita al Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Vélez-Málaga, donde se exponía una serie de fotografías arquitectónicas denominada Poéticas del espacio. Cada uno de nosotros eligió la imagen que más le llamó la atención y aquí están los resultados.


Mª Carmen Jiménez Aragón
ME ADAPTO A LOS CAMBIOS
    De nuevo ese ruido como piedras rodando bajo el agua, como arena que engulle el mar. Con lo que me apetecía a mí unas tostadas con mermelada… Pues no, cereales con leche.
    Me doy una ducha, me seco el pelo y… Vuelve ese ruido. Vale, me quitaré los pantys, hoy tocan vaqueros.
    Los oídos me zumban, pero ya están acostumbrados, y los ojos también. Esta cadencia ayuda, aunque pueda parecer increíble. Leve sonido y vibración y saludo al marido de Clara, la del 5ºA, que se tapa con las sábanas, sobresaltado.
    Antes de salir para el trabajo necesito esperar al siguiente cambio, por si viene el pastor alemán del ático en vez de las tortugas del 2ºB, a él no le gusta la comida de mis peces. Y, ojalá hoy no tarde más de cuatro horas en salir del bloque, si no de qué me sirve no pagar hipoteca…, vaya solución nos dieron los de la promotora.


Gema Frías Luque
CAMBIO DE CICLO
    Aquella tarde había sido especialmente complicada para mí, después de volver del veterinario tuve que asimilar que, tras el accidente, mi querido e inseparable perro no podía seguir viviendo y había que sacrificarlo. Salí caminando con el firme propósito de volver para la cena. Tras un paso ligero, descubrí un lugar desconocido para mí. Desorientada y aturdida, miré hacia todos los ángulos sin llegar a reconocer el espacio en el que me encontraba. A lo lejos una casa en ruinas. Tras dejar mi mente vacía durante unos minutos, reconocí el tronco por el que me deslizaba desde mi habitación para escaparme de madrugada a contemplar las estrellas fugaces. Reconocí la buhardilla donde escondía todo aquello que no quería compartir con nadie.
    Aquellos recuerdos me devolvieron mi paz y sosiego asimilando que, cada momento en nuestras vidas, es una etapa más que superar para continuar disfrutando de otras.



Lourdes Sánchez Jiménez
OSCURIDAD
    Allí estaba ella, pensando en qué momento llegó a aquel lugar lleno de pensamientos oscuros, abstractos y sin conciencia. En qué momento dejó de ser el títere que se alejo de aquel camino marcado para reinterpretar al resto de aquella sociedad. Esa sociedad que no le hacía brillar con la elegancia de la mariposa que era, obligándole a ser una polilla más de aquel enjambre.
    Allí, agazapada en aquel sitio abandonado, llorando cual plañidera junto a las pocas pertenencias que fue recogiendo en la calle, se sentía como portapapeles posado en las páginas vacías de su vida.


Dori Calderón Ramos
MI ÚLTIMA MORADA
    Veo mi cuerpo tendido e inerte, también veo a mi familia sin que ellos se percaten de ello.
    Comprendo que llegó mi final y me alegro de haber adquirido el hermoso mausoleo para descansar en un distinguido lugar.
    Mi familia no lo entendió, pero siempre vivimos en la mejor casa del pueblo y ahora toca descansar en lo más ostentoso del cementerio.
    Llegan los de la funeraria y conversan con mi familia, merodeo entre ellos, pues hablan tan bajo que no les entiendo.
    Pero... ¿Qué dicen? ¡Incineración! ¡Y van a vender el mausoleo! ¡Serán hijos de...!


Jose A. Ortega Cuadra
NEW SCANDALO
    Fue un día de trabajo intenso, la gente no paraba de pedirme cañas. Tal vez fuera porque era la cerveza más popular del evento.
    Cuando te vi, nuestras miradas se cruzaron y algo provocó una leve chispa encendiendo mi curiosidad por ti.
    No sé si fueron tus ojos, negros azabache, penetrantes, de mirada intensa y seductora; o tus labios, rojos y carnosos, brillantes a causa del pintalabios. Me clavaste la mirada y no dejé de pensar toda la noche en ti.
    No esperaba encontrarte después de cerrar el stand. Ahí estabas, en el New Scandalo, único garito del lugar abierto. Jugabas al billar y al ir a darle a las bolas, tu mirada se volvió a cruzar con la mía. Sonreíste, el taco le dio a la bola blanca, te acercaste y tus labios susurraron a mis oídos:
¿Quieres jugar? —me preguntaste.
Sí —respondí escuetamente.
    En ese momento, la bola negra entró en la tronera de la mesa y tu adversario soltó el taco. Con actitud enfadada, se dio la vuelta y se marchó de la sala.


Rafa Núñez Rofríguez
AZULEJOS LLENOS DE VAHO
    Las paredes comienzan a temblar y los primeros ramilletes besan el suelo, junto a otros azulejos en blanco, sin recuerdos.
    Ya no suenan nuestras risas chapoteando en la bañera, salpicando alegría, ni el olor a crema de afeitar y la brocha sobre el lavabo.
    Ya no huelen nuestras primeras colonias, mientras susurrábamos los secretos de primeros amores al callado espejo del 'romi'. Ni la voz de mami con sus tarareos de las coplas de moda, mientras parecía zurcir con la aguja la cal de la alcachofa de la ducha.
    Ahora solo suena la máquina derrumbándolo todo, gritando sobre los momentos que ya no volverán, sobre la historia de nuestra familia. Sobre cincuenta años de cuatro vidas alrededor de unos azulejos de flores, una cocina con olores a potajes y un salón con aromas a tabaco.
    Ahora todo eso queda en nuestras mentes y alguna foto para no olvidar.
    Y la máquina sigue trabajando.


Mª Jesús Campos Escalona
RESURGIR
    Desnuda el alma, la piel, los sentidos, el corazón. Ese que ahora late con tanta fuerza que se me quiere salir del pecho. Aquí, desubicada, retumbando aún los ruidos, golpes, gritos y llantos de niños.
    La ciudad se ha vuelto un caos; a mi alrededor todo está en ruinas, aunque me parece oír una voz. Empiezo a respirar entrecortadamente. El sonido me es familiar, ¿o quizá es mi mente?     Alzo la mirada y la voz se concentra más y la oigo con mayor certeza.
    Ana, ¿eres tú?



Laura Pérez Alférez
EL FIN DEL MUNDO
    Era divertido, le encantaba el juego de encajables de construcción que le había regalado su abuela. Se entretenía creando y experimentando diferentes formas y colores.
    En su imaginación, creía poder cumplir sus sueños de ficción. Sus dedos infantiles moldeaban pequeñas figuras de plastilina y diminutos seres animados, que adornarían su obra de arte.
    Su mente infantil creaba mundos paralelos donde, de manera extraordinaria, florecía la vida, llena de alegría.
    Pero los sueños, sueños son. Las piezas no acababan de encajar, las pretendidas columnas que sostenían aquel universo de fantasía eran bastante inestables y se tambaleaban.
    El dios niño, frustrado, de una patada, derribó su pequeña creación.


Benet da Silva
RECONSTRUCCIÓN
    Observó, a través de la ventana, aquel enorme edificio del que tan solo quedaba fachada y esqueleto. Había apostado todo, y a ciegas, en aquella reconstrucción, conforme avanzaban los días su confianza en conseguirlo mermaba. Después de varios minutos, se apartó de la cristalera y se asomó al espejo, llevaba meses sin hacerlo, este le devolvió una tétrica imagen compuesta de piel y esqueleto, ¨igual que el edificio¨, pensó.
    A la mañana siguiente, se dirigió a una floristería, compró once rosas amarillas y solicitó el envío a domicilio, después escribió una nota:
    ¨Dicen que las rosas amarillas anuncian un adiós, estas once representan los meses que he tardado en aceptar que nunca construiríamos nada sólido y el tiempo que tardaré en olvidarte. La única duda es si serán meses o años¨.
    Se la entregó al dependiente y se encaminó a la salida mientras pensaba: ¨hoy comienza mi reconstrucción¨.


Encarni Navas
ELLA
    Franquea el fondo que ofrece la fina frontera.
    Define las formas femeninas y fíjate en su fisonomía, en el frágil fulgor que oferta su figura perfecta.
    Fíate del reflejo que al final se filtra como biforme manifestación, de un físico flotante, inflexión.
    Disfruta de este fenómeno fortuito que la fortuna te facilita y aférrate al fuerte influjo que defiende el faro flexionado, fuegos fluctuante en la fosca amplificados.
    Frota esta atmósfera inflamada y difunde, transfiere su perfume, su fragancia de fresas como de euforia, inferencia.
    Sin fingir, afila, afina, afianza ofrecimientos factibles que conformen, que fragüen esta fábula y confirmen la profecía.
    Febo conferirá profundo significado a la frases, Hefesto forjará un desfile, una profusión de flechas en formación que perforarán, fracturarán de frente la confusión, la frialdad, la porfía. Firmes ferros sin defectos, de formidables efectos.
    Confía en Afrodita y afronta el desafío.
    ¿No es fascinante el trofeo y el afecto de ELLA el triunfo?
    Rectifico, reformo, modifico el fallo inferior y lo transformo en irrefutable afirmación.
    Verificada la información.
    Firma: la interfecta, una indiferente flor camuflada.


Monse Martínez Serrano
TE PERSIGO
    Cabizbaja, mira las puntas de los zapatos juntándolas como niña chica. Es la primera vez que lo hace, hasta ahora había fijado la vista en el techo, como si dibujase figuritas de gotelé. Raramente busca mis ojos, quizá teme que vea los tentáculos negros del monstruo abisal que la mora. Llega la hora y se despide con un adiós a medio mascar. Traspasa la puerta acompañada de su luz, sin embargo su sombra, deformada, se queda en mi despacho olvidada. Ella se marcha, sin girar la cabeza para mirarla. Pasados unos minutos, una llamada: “voy a dejar la terapia”. Me levanto, recojo su sombra extraviada y la guardo en el cajón junto a la oscuridad de Juan, María Alberto y Paula.

miércoles, 8 de febrero de 2023

XVI. ME LO DICES O ME LO CUENTAS

    Aquí os traemos otro ejercicio de microrrelatos. Para quien no conozca las pautas a seguir, las recordamos: se trata de elaborar un microrrelato de 180 palabras como máximo (sin contar las del título), en el que incluyamos diez términos, elegidos al azar por miembros del club. Dependiendo de la función que desempeñe cada término deberemos tener en cuenta las siguientes objeciones: los verbos pueden utilizarse en cualquier tiempo y persona, incluso en sus formas no personales; los sustantivos y adjetivos pueden usarse tanto en masculino como en femenino, y en singular o plural, según convenga; lo que no se debe hacer es utilizar una palabra cambiándole la función de debería desempeñar en el texto (el adjetivo "amable" no se puede sustituir por "amabilidad", porque entonces lo convertimos en sustantivo).
    Para este ejercicio los términos elegidos han sido: ELEGANCIA, CONCIENCIA, CAMINO, PORTAPAPELES, TÍTERE, POLILLA, PLAÑIDERA, ABSTRACTO, MARIPOSA y REINTERPRETAR.
    Os animamos a practicar este ejercicio y nos encantaría que compartierais con nosotros el resultado. Si os apetece podréis verlo publicado justo debajo de estas líneas, junto a los nuestros, que os servirán como ejemplo. Que disfrutéis de la lectura.

Encarni Navas
REFLEJO EN UN ESPEJO
    La plañidera reinterpretó, una vez más, su abstracto papel como una polilla que nunca tendría la elegancia de una mariposa, como un títere en cuyo camino, la conciencia hubiera quedado reducida a simple portapapeles.

Mª Carmen Jiménez Aragón
DEUDAS VITALES
    Encontró la nota en el portapapeles del escritorio. La elegancia de aquella caligrafía era inconfundible, sin embargo leyó varias veces para reinterpretar el mensaje. Pero estaba claro, su conciencia supo, desde el segundo uno, cuál era la orden de aquel papel. De nada serviría volver a suplicar, cual plañidera a la muerte, por una excepción en el trato, era el camino que había elegido.
    Como movida por una energía abstracta y diabólica entró al vestidor y eligió la ropa con movimientos de títere hipnotizado y, una vez completada la transformación de polilla a mariposa, se hizo a la calle para saldar su hipoteca vitalicia, y a interés variable, en favor de la vida de su pequeño hijo.

Gema Frías Luque
SI NO ENCAJA, NO ES AMOR
    Tuve ganas de hacerle daño, pero parecía todo tan abstracto, que me atreví a besarla. Mi conciencia no me permitía odiarla. Guardé aquel pensamiento en el portapapeles, el camino hacia la verdad era largo. Me sentía como un títere en sus manos y, a veces, luchaba por reinterpretar aquella historia de desamor. Me veía como una plañidera de luto ajustado. Aquel velatorio no había sido pensado para mí, vivía como una polilla encerrada en una cueva sin luz. 
    Yo tenía ganas de soñar y volver a sentir el vuelo etéreo y la elegancia de una mariposa.

Lourdes Sánchez Jiménez
OSCURIDAD
    Allí estaba ella, pensando en qué momento llegó a aquel lugar lleno de pensamientos oscuros, abstractos y sin conciencia. En qué momento dejó de ser el títere que se alejo de aquel camino marcado para reinterpretar al resto de aquella sociedad. Esa sociedad que no le hacía brillar con la elegancia de la mariposa que era, obligándole a ser una polilla más de aquel enjambre.
    Allí, agazapada en aquel sitio abandonado, llorando cual plañidera junto a las pocas pertenencias que fue recogiendo en la calle, se sentía como portapapeles posado en las páginas vacías de su vida.

Dori Calderón Ramos
LA ÚLTIMA FUNCIÓN
    Voy de camino al último trabajo en el que tengo que reinterpretar mi papel de plañidera mientras repaso los datos anotados en mi portapapeles.
    Memorizo el nombre del difunto, algo raro por cierto, y las peticiones que la familia me ha hecho.
    Todo me parece un poco abstracto, desde la insistencia de que no es imprescindible la elegancia de mi vestuario hasta la dirección a donde debo dirigirme.
    Al llegar me recibe una enorme mariposa de brillantes colores, y una polilla de casi dos metros me dedica una sonrisa. Comienzo a sentirme como títere en aquella parafernalia y dudo de si podré llorar por la muerte del león en el circo.

Jose A. Ortega Cuadra
INFORMES OFENSIVOS
    Se dirigía de camino a casa, casi a media noche, después de una velada peculiar. A la luz de las farolas se podía distinguir el baile irregular de decenas de polillas. A veces, pensaba en lo abstracto de su danza, esos trazos tan dispares y tan concretos para ellas, similar al de las mariposas.
    Durante la cena había llegado a estar en una situación bastante incomoda, su educación, a la par con su elegancia, evitó enemistarse con alguno de los comensales por su disposición a vilipendiar, veladamente, los logros conseguidos en su trabajo. No quería que lo tacharan de cualquier vulgar plañidera, pero se había sentido un títere.
    Estaba decidido a reinterpretar, si era necesario, el informe causante de la afrenta del compañero. Pensaba retomar todas las notas, revisar todos los portapapeles, y así demostrarle que estaba más que capacitado para llevar a buen término el trabajo que le habían encargado.
    Pero el jefe puso en su lugar a ese individuo, atestiguando que el trabajo estaba impecable y que su opinión solo demostraba el desconocimiento que tenía sobre la naturaleza de la tarea realizada.


Rafa Núñez Rodríguez
MARIPOSA DULCIS
    Hay un almendro seco y, en el hueco de su tronco, las polillas muerden sus entrañas como plañideras que se muestran títeres de su propia hambre.
    Lágrimas de resina que no saben cómo asumir el último camino.
    Suena la motosierra queriendo reinterpretar un cuerpo moribundo, darle la elegancia de un portapapeles en un despacho abstracto, vacío de vida.
    Entonces, una ráfaga de viento dibuja una mariposa de serrín, y vuela con alas de pétalos blancos, con la conciencia de un almendro en flor.

Laura Pérez Alférez
EL ÚLTIMO ADIÓS
    Lleva tanto tiempo en ese oficio, que ya se ha acostumbrado a los llantos de las plañideras y a reinterpretar con frialdad el momento que cae la tierra sobre el ataúd. Ese ruido seco y atroz que los dolientes escuchan sobrecogidos, a él le resulta de lo más trivial.
    Cuando todos se marchan, observa el montón de tierra y el lazo de la corona mortuoria donde puede leerse un abstracto y escueto "Tu hijo no te olvida".
    Mañana volverá a colocar la lápida y la foto que su padre tenía guardada en el portapapeles.
    Su conciencia le grita que es un títere del destino, una polilla que alguna vez soñó con la elegancia de una mariposa.
    Da dos pasos, se vuelve mirando otra vez a la tumba y un susurro se escapa de sus labios:
    Adiós papá.

Benet da Silva
INVERSA METAMORFOSIS
    La elegancia al vestir de aquel títere contrastaba con la ordinariez de su conciencia. Reinterpretaba, una y otra vez, el papel de plañidera pretendiendo ser mariposa, cuando era una simple polilla. Asistía a cada entierro con su portapapeles y su abstracta moralidad.
    Cuando los familiares emprendían el camino a la misa previa, ella y su cómplice, desvalijaban al difunto, como acto final de su actuación.


Cande Molina Mostazo
SI TIENE QUE VENIR LA PARCA, QUE TE PILLE DE FIESTA
    He quedado con Bernarda en el Camino de La Fuente. Mientras voy a su encuentro, busco en mi portapapeles un poema muy triste para entrar en situación, y lo voy reinterpretando.
    Llegamos al duelo, me coloco con gran elegancia la toquilla, saco el pañuelo bordado y nos dirigimos hacia el ataúd. ¡Ay, Dios! No sé si lloro o río. Creo que voy a perder la conciencia, qué ataque de risa me ha entrado. Pero, ¿esto qué es? ¿Lo han amortajado con un traje de mariposa.
    —Es que anoche estuvo en los carnavales y esta mañana, cuando lo han encontrado, estaba más tieso que la mojama y no han podido quitarle el disfraz.
    —¡Ay, Bernarda! Que no para de llegar gente, que se ha corrido la voz y vienen como si esto fuera una función de títeres. ¡Y así es muy difícil llorar!
     —¡Vaya plañidera estás hecha! Toma y refriégate las manos con esta cebolla. Tú no mires a nadie y llora, que si no, no cobramos.
   Qué situación más abstracta, si por lo menos se hubiera disfrazado de polilla.

Monse Martínez Serrano
FLECHAS AMARILLAS
    Con elegancia se sentó al borde del camino. Los pies le palpitaban como nunca lo había hecho el corazón. Y justo allí, debajo de una piedra que hacía de portapapeles, había una nota. “¿hay polillas que exploran el día y mariposas que juegan en la noche?”, leyó. Respiró profundamente y cerró los ojos. Las copas de los nogales, como títeres del viento, se movían a su compás. “Es el momento”, le ululó su conciencia. Se quitó el anillo y lo enterró. De repente comenzó a sollozar y el bosque acompañó su pena llorando hojas como plañidera. Un peregrino pasaba por allí y vio la escena, abstracta y difícil de reinterpretar. Se acercó y le preguntó “¿te puedo ayudar?” Abrázame suplicó a su estrella.

viernes, 3 de febrero de 2023

Presentación de "MANOS INQUIETAS" en Periana.

    El viernes 3 de febrero ha tenido lugar la presentación de nuestro primer libro, MANOS INQUIETAS, microrrelatos y más, en la localidad de Periana, Málaga. 

    El evento comenzaba a las18h con la apertura oratoria de la concejala de cultura, Paloma Díaz, quien dedicó unas palabras de agradecimiento a todos los miembros del club, alabando su entusiasmo y apuesta en favor de la cultura.

    A continuación, tomó la palabra Inmaculada Díaz, exprofesora  del instituto de secundaria de la localidad y persona muy querida en el pueblo, quien ha participado en el libro ocupándose de las correcciones lingüísticas y la elaboración del prólogo. Ella nos transmitió cómo ha vivido esta experiencia, sus impresiones y nos agradeció haber contado con ella. El placer ha sido mutuo, ha sido una inestimable ayuda y un gran apoyo hasta ver culminado este proyecto.

    Nuestra compañera del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela, Gema Frías, es natural de Periana, y fue la encargada de cerrar el discurso de presentación explicando cómo comenzó a engendrarse este libro, qué podemos encontrar en él y cómo nos las arreglamos para recopilar trescientos microrrelatos de once autores diferentes.

    Al terminar, Gema dio paso a Lourdes Sánchez, Dori Calderón y Cande Molina, perianense esta última también, para que leyeran un microrrelato del libro al público asistente. Y Cerró el programa Monse Martínez que nos habló sobre la segunda entrega de la revista cultural del club, Viñas Literarias, que ha sido publicada a la par que el libro.

    Tras una distendida ronda de preguntas y aclaraciones, pasamos a la firma de ejemplares.

    El Club está enormemente agradecido a los vecinos de Periana y al Excmo. Ayuntamiento por la gran acogida y el apoyo recibido. 

    A continuación, una selección de imágenes de la celebración.


















MÁS IMÁGENES DEL EVENTO