lunes, 30 de marzo de 2020

Construcción de microrrelatos tras la asignación de un título.



Nuevamente hoy, se han planteado actividades en el Club de Lectura y Teatro de La Viñuela.
A cada miembro del Club se le ha asignado un título, en función de éste hay que crear un microrrelato, no hay límite de extensión.

El nudo que comprime ( Rafael Nuñez Rodriguez)
Un párrafo pendiente (Laura Pérez Alférez)
Destinatario de sueños (María Jesús Campos Escalona)
La mirada ausente (Dori Calderón Ramos)
La puerta del paraíso (Cande Molina Mostazo)
La insinuación perfecta (M. Carmen Jiménez Aragón)
Futuro en regla (Gema Frías Luque)

A continuación os mostramos el resultado de la actividad, este tipo de propuestas son muy fáciles y entretenidas, para realizar en familia. En internet puedes encontrar una gran cantidad de fórmulas y pautas para la realización de microrrelatos. 
Si te gusta la escritura, anímate y participa en nuestras actividades.


EL NUDO QUE COMPRIME
Nunca supo el verdadero significado de la palabra soledad, hasta ese día, el día que escuchó cerrarse la puerta del otro lado, ese lado que sabía que no se abriría nunca más.
Era incapaz de llorar, ni tan siquiera podía pensar, notaba en el pecho una presión tan fuerte, como la del nudo que comprime el cuello de un ahorcado. Se miró las manos temblorosas mientras las paredes escupían insultos, incluso la luz decidió apagarse. Así se quedó, hasta que las lágrimas inundaron la habitación, tras una puerta cerrada.
Y la vida siguió mostrando sus colores, los pájaros se asomaban a la ventana, y sus pequeños ojos redondeados reflejaban a un ser que tuvo un imperio junto a él, y no fue capaz de cuidar.
Y en la calle vuelve a sonar música.

LA PUERTA DEL PARAÍSO
Le gusta salir a caminar todas las mañanas, después se toma un gran zumo de naranja, y a toda prisa se va a trabajar.
Hay días que se complica todo y el estrés y los problemas se acumulan, el agobio parece que se ha instalado en el despacho, empiezan las frustraciones y las depresiones, ¿merece la pena tanta opresión y asfixia?
Respira profundamente, para sacar  fuerza y seguir con su faena  e intentar salvar el día. No es fácil trabajar todos los días a contra reloj y desesperadamente.
A veces al salir del trabajo llega al mercado, compra algo fruta y verdura fresca y de camino charla con su amigo el frutero y cuchichean  sobre temas de actualidad.
Por fin llega a su casa, una ducha caliente es el mejor de los placeres. Entre tanto pone la mesa, llega su hija y su marido,  comen, charlan de cómo ha ido el día, contando cada uno sus problemas y logros.
Se aconsejan, se alegran, se replican, se debaten, se solucionan, entonces la armonía de su hogar la relaja, disfrutan de una buena pieza musical y mientras toma su infusión muy calentita mira a su alrededor, ve a su marido leyendo en el sofá, ve a su hija en la habitación haciendo su tarea a ordenador.
Comienza a sonreír, ya sus problemas le parecen más pequeños.
Todos los días abre y cierra la Puerta del Paraíso.


DESTINATARIO DE SUEÑOS
Como todas las tardes se sentaba en la cómoda mecedora y comenzaba a escribir. Con ortografía meticulosa y perfecta procesaba lo que su corazón herido le transmitía. Como cada tarde, cuando terminaba lentamente arrugaba el papel  y lo arrojaba con descuido.
Luego se acurrucaba junto a las ascuas de la chimenea y meditaba.
Mañana será otro día.

UN PÁRRAFO PENDIENTE
Como cada día Elvira sale a la terraza a regar los geranios. Es una tarde de verano húmedo, el sol ya se oculta en el horizonte tras las montañas. A lo lejos se oyen las risas de los niños que juegan en la plaza. El resto murmullos de voces, zumbidos de abejas y canciones de verano en la radio del vecino.
Se sienta en la hamaca plácidamente, una nube en forma de piano de cola centra su atención. Cierra los ojos y un dulce sopor invade su cuerpo.
Recuerdos olvidados que vuelven a su mente en un leve sueño, siempre tan real como si no hubiesen pasado los años.
Él… siempre él, tan próximo en su memoria y a la vez tan distante en el tiempo.
Nunca fue capaz de cerrar esa puerta, de pasar página.
Era una tarde de tantas, el mismo pensamiento, el mismo recuerdo.
Algo la saca de su adormecimiento, la nube se ha convertido en una oveja de algodón.
Vuelve a cerrar los ojos. Ahora sí lo oye más claramente.
-        Elvira… Elvira! – Alguien grita su nombre desde la calle.
Esa voz… no puede ser, sigo dormida… es solo un sueño como tantas veces.
Vuelve a cerrar los ojos.
-        Elvira… soy yo, Luis.
El corazón se le desboca dentro del pecho, un cúmulo de emociones contradictorias la invaden en un segundo.
Corre escaleras abajo y abre la puerta.
-        Disculpa el retraso – dice él.
-        Veinte años no es nada. Pasa, tenemos un párrafo pendiente – contesta Elvira.

FUTURO EN REGLA
Su vida no había sido nada fácil, desde muy temprana edad había estado metido en líos, problemas que se le habían acumulado y la justicia no le daría muchas más oportunidades. Ahora le tocaba portarse bien, cambiar de aires, dejar de vender cocaína, dejar de robar y olvidarse de la vida fácil y plantar cara.
Pero ya se le conocían las fechorías y nadie estaría dispuesto a confiar en él para darle una nueva y definitiva oportunidad.
Se puso su mejor traje, recortó su barba y salió a la calle en busca de un nuevo destino. Tocó muchas puertas, muchas de ellas se cerraron al instante, pero sabía que tenía que seguir confiando en la buena gente. No podía rendirse tan fácilmente. Llevaba demasiados años metido en problemas y no se iban a resolver de la noche a la mañana.
Continuó buscando su oportunidad, no sabía dónde encontrarla ni de qué forma se presentaría, ni siquiera si la reconocería a simple vista, pero fuerte continuó sin descanso en busca de una nueva vida.

LA INSINUACIÓN PERFECTA
La había visto bailar desenfrenadamente, la había visto estudiar sin descanso, la había visto asistir a su nueva entrevista de trabajo… Él siempre estuvo a su lado para apoyarla, aconsejarla y ser su paño de lágrimas en los duros momentos. Los años fueron pasando y la ayudó en la mudanza cuando quiso independizarse, al igual que la acompañó en el día de su boda.
Desde niños había permanecido junto a ella, más escuchando que hablando, porque expresarse no era su punto fuerte. Intentó hacerlo en multitud de ocasiones, pero siempre encontraba un “pero”… No era el momento adecuado, no estaban solos, no era un día señalado, no se encontraba con ánimos… y así se le escapaba la vida sin atreverse a dar el paso. Desperdició la oportunidad de ser feliz, y quién sabe, si de hacerla a ella feliz, por no encontrar la manera de hablarle de sus sentimientos. Ahora, a sus setenta años, sabe que la vida perfecta no existe. Por eso, se arma de valor para acercarse a ella y le dice:
-        Te acompaño en el sentimiento, y te acompañaré toda la vida y a donde tú quieras, si me dejas.


LA MIRADA AUSENTE
Miraba por la ventana, sin mirar nada en concreto, de fondo, pero muy de fondo, le llegaba un susurro de palabras.
Palabras que no le interesaban para nada, que se repetían cada día y a la misma hora y lo mantenían allí prisionero.
Él soñaba con correr libre por las calles, montar en bici o desmontarla pieza a pieza para luego volver a montarla. Soñaba con llegar a casa y tirar la mochila y no tocarla hasta el día siguiente, sin ser cautivo de números, letras o palabras que no le decían nada.
-¿Me has entendido?
-Sí, si
-Pues venga, ahora tú solo.
Y aquellos números se descolocan como puzles rotos y aquellas palabras parecían trabalenguas, nada de aquello le interesaba, así que su mirada volvió a la ventana.

viernes, 27 de marzo de 2020

27 de marzo, Día Mundial del Teatro.


El Club de Lectura y Teatro comenzó su andadura en el teatro en noviembre de 2017, cuando empezamos a adaptar una pequeña obra de teatro que cayó en nuestras manos, en estos años nos hemos implicado en el teatro en el tiempo y forma que se nos presenta confrontando en cada momento estas dos variables. Ello nos ha llevado a vivir en primera persona la experiencia de sentir el teatro, los ensayos, los aplausos y es por ello que aunque la situación mundial es delicada no queremos pasar por alto este día tan especial para todos los miembros del Club. Informaros que estamos preparando nuestra tercera obra de teatro (en fase de creación). Y esperamos que todo pase pronto y podamos continuar con nuestras reuniones y ensayos. Esta obra es totalmente original, escrita íntegramente por los miembros del Club, recreada en una familia como cualquier otra pero con unos personajes muy pintorescos que, bien podrían emular a la problemática existente en cualquier hijo de vecino.

El teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca, trasgrede. Es una conversación compartida con la sociedad. El teatro es la primera de las artes que se enfrenta con la nada, las sombras y el silencio para que surjan la palabra, el movimiento, las luces y la vida. (Manifiesto del Teatro 2006).




El  teatro (palabra que procede del griego theatron que significa 'lugar para contemplar') hace reír, llorar... mueve nuestras emociones y por ello, desde hace más de 50 años tiene su propio día en el calendario. El Instituto Internacional del Teatro instauró el 27 de marzo como Día Mundial del Teatro en 1961. En su primera celebración en 1962 fue el poeta, dramaturgo y cineasta francés Jean Cocteau quien había sido elegido miembro de la Academia francesa y miembro honorario del Instituto Nacional de Artes y de Letras de Nueva York, quien pronunció el famoso Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro.

Esta celebración de carácter anual se conmemora en toda la comunidad teatral internacional (con este motivo se suelen organizar diversos eventos nacionales e internacionales) y cada año, el Instituto Internacional del Teatro invita a una figura cultural de renombre para compartir sus reflexiones sobre el teatro y la cultura. El primer invitado fue Jean Cocteau. Le siguieron personajes como: Arthur Miller, Pablo Neruda, Richard Burton, Antonio Gala, Humberto Orsini o Darío Fo.


www.redescena.net 27/03/2020
Este año celebramos el Día Mundial del Teatro en unas circunstancias excepcionales para todo el país. Y precisamente por esa excepcionalidad creemos más necesario aún emplear nuestro tiempo y nuestras energías en celebrar el teatro, en celebrar las artes escénicas. Porque el teatro nos une y nos reúne, nos motiva, nos hace crecer y avanzar, nos alimenta, nos hace ser mejores.
El teatro, el arte en su conjunto, nos inspira, nos da herramientas para construir nuestras vidas, les da sentido. Nos da razones. Nos da argumentos.
La Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública es consciente de las terribles circunstancias que nos rodean y por eso sigue trabajando de forma responsable para que las programaciones que han sido suspendidas se recuperen y se reubiquen, para contribuir desde cualquier escenario y a través de todas las medidas que estén en nuestra mano a que el sector de las Artes Escénicas –un sector necesario, indispensable para la sociedad– recupere la normalidad, para que siga avanzando y contribuyendo, como siempre lo ha hecho, al avance de la sociedad.
 Nos vemos en los teatros.

Recomendaciones para el Día Mundial del Teatro
'Tres sombreros de copa'
'Romeo y Julieta'
'El sí de las niñas'
'La Celestina'
'La venganza de don Mendo'
'La vida es sueño'
'Hamlet'
'La Casa de Bernarda Alba'

martes, 24 de marzo de 2020

SUEÑOS DE SAL.



Hoy, los miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela nos hemos puesto manos a la obra para realizar una nueva actividad, ésta ha consistido en realizar un relato conjunto, en donde todos seamos autores del mismo, siendo cada uno el que encauce, en función de la lectura, la historia propuesta.

En esta actividad han participado: Dori Calderón Ramos, Laura Pérez Alférez, Cande Molina Mostazo, Rafael Núñez Rodríguez, M. Carmen Jiménez Aragón, María Jesús Campos Escalona y Gema Frías Luque. Esperamos que os guste la iniciativa y la historia que ha resultado de esta apasionante actividad que ha conseguido mantener el grupo unido toda la tarde.

SUEÑOS DE SAL
La brisa acariciaba su pelo y traía a sus oídos susurros que parecían palabras  lejanas. Su vista siempre escrutando cada rincón de aquel acantilado, buscaba la pista que la sorprendiera ese día. Ya tenía varias en su poder, pero era incapaz de relacionar unas con otras, aun sabiendo que formaban parte del mismo mensaje.  Del mismo misterio.
Caminaba descalza por la orilla. La arena mojada se hundía bajo sus pies y a ella le daba la impresión de que en cada hoyuelo dejaba una parte de sí misma. Pero a la vez sentía paz.
A lo lejos divisó una figura ya familiar, era la misma con la que se tropezaba cada mañana, el joven pescador que ya terminaba su faena y con el que tenía unas breves palabras todos los días. Sonrió al verle, pues la voz de aquel joven le acariciaba el alma. Sus pasos por la orilla la acercaron hasta aquel lobo de mar…
-¡Buenos días! ¿ Hoy me trajiste la caracola que me prometiste?
- Sí, la encontré, para cuando vuelvas a Madrid te la acerques al oído y sientas el mar como si estuvieras paseando por la orilla de esta hermosa playa.
Laura no pudo contener su emoción y abrazó fuertemente a su amigo, con lágrimas en los ojos se despidió de él, sin saber cuándo podrían volver a verse.
Los días habían pasado tan rápido que aún no estaba preparada para volver.
El joven se alejó con paso cansado y Laura deseaba sentir otra vez el abrazo del sol sobre su piel.
Era un cálido y soleado día de septiembre. Las ondas del calor bronceaban a fuego lento su piel. El viento, impaciente, mecía intranquilo las palmeras que nunca podían parar de moverse. Se recuerda a sí misma y a él: una esterilla tirada en la arena, una pareja que se lo dice todo en una mirada. Es imposible imaginar los matices que se pueden ocultar en un simple gesto, inconsciente e involuntario, cegados y ocultos por el sol.
En el autobús de vuelta a casa mira los paisajes por la ventanilla, una melancolía invade su existencia. Volver a la ciudad, al ruido, al bullicio, piensa que no va a poder resistirlo. Ella ni puede vivir sin su mar, sin ese olor a sal, ni sin esa brisa fresca, sin esos acantilados que la llenan de oxígeno. Suspira y vuelve a suspirar.
Y sus suspiros llenan de sal la caracola con la que no para de juguetear entre las manos. Siente el dolor en su pecho, ese dolor que no pueden identificar los médicos. Ese dolor que ahoga. Se baja del autobús y, como por inercia, se ve sentada en el sofá de su casa. La suave música del mar sigue en sus manos, mientras su mente sigue buscando en el acantilado, entre las palmeras, cribando la arena de la playa con los pies. Pero no encuentra la respuesta, esa que alivie a sus cristalinos ojos por qué se fue, y dónde se fue, sin una nota, sin un beso, se llevó su sonrisa y solo ha dejado el sonido del mar rompiendo contra el acantilado.
Se sentó en el sofá después de mirar en el dormitorio, no había nadie. Entonces se dio cuenta de que la caracola estaba partida en varios trozos y el sonido del mar enfadado se fue escapando por las ventanas.
Una lágrima tan salada como sus recuerdos de aquel amor tan fuerte como efímero, se escapó de sus ojos. Entonces alguien tocó a la puerta. Con desgana se levantó para abrir y su mundo se quedó en suspense al ver en el umbral de la puerta el joven pescador portando un enorme ramo de rosas blancas en su mano, con una pequeña carta que ponía: “El mar no susurra igual de bonito si estás tan lejos”.

viernes, 20 de marzo de 2020

I ACTIVIDAD DE CONFINAMIENTO.



El Club de Lectura y Teatro de La Viñuela os hacemos una nueva propuesta para estos días de confinamiento y entendemos que para tener la mente ocupada hay que plantear actividades que nos reconforten, que nos llenen y por tanto hacemos el siguiente llamamiento para que la gente se una a esta actividad.
Los miembros del Club hemos propuesto unas palabras, CRISÁLIDA, SERENDIPIA, COMPUNGIDA, SORORIDAD, TOLERANCIA, ESPERANZA y EMPATÍA, con las cuales te pedimos que realices un relato, un folio máximo, en donde tu historia contenga estas palabras, señaladas anteriormente. 
El objetivo es poder aprender términos nuevos y trabajar en la manera de integrarlos en una historia y sobre todo armonizarlos.
Puedes enviarnos tus relatos a nuestro email: clublecturavinuela@gmail.com y serán publicados en este blog.



UNO MÁS
‒ ¡Oye, Santiago! ¿Sabes lo que es la sororidad?
‒ ¿El qué? ¡Ah, sí!. Regular, ya he pedido cita para el otorrino.
‒ No hombre, te pregunto por la SO‒RO‒RI‒DAD.
‒ Ni idea.
‒ Pues es el hermanamiento entre todas las mujeres del mundo en la lucha contra la desigualdad de género.
‒ Vaya, otra palabrita para el diccionario de esas… feministas.
‒ Denoto un cierto…
‒ Que va, si yo lo veo bien. Por ejemplo, la campaña esa de “tolerancia cero contra el maltrato”, e incluso siento empatía cuando escucho los compungidos testimonios de esas pobres…
‒ ¿Esas? Que mal te sale la ironía. ¡Serás capullo!
‒ Prefiero la palabra crisálida. Es más sensible… Más... femenina.
‒ Vaya pena que no surja una serendipia para la estupidez.
‒ ¡¿Qué me has llamado…?!
‒ Nada. ADIÓS.
Y mientras se aleja oyendo los improperios del párroco de bar, piensa en la única esperanza que tiene, educación y libre pensamiento.
Un golpe de tos interrumpe sus pensamientos.
‒ Me parece que voy a pillar algo…, ya tengo otra esperanza para todo esto, un virus que…
La distancia va apagando los pensamientos en voz alta de nuestro protagonista mientras el ocaso sigue su curso.
MODESTO FORTES PASCUAL

‌CASA SERENDIPIA

Las campanas de la Iglesia tocaban, eran las 8 de la mañana y el sol ya estaba brillando. Me apresuré a coger la talega para ir a la panadería, de camino vi que ya había varias casas con sus fachadas blanqueadas. En una semana sería 15 de mayo y el pueblo se engalanaba para su fiesta mayor. Yo en vez de entusiasmada andaba un poco compungida y no sabía por qué. La primavera que la sangre altera.
 María, mi vecina, una señora que había venido de Argentina, compró la casa de al lado y le colocó un gran azulejo donde escribió con letras azules "Casa Serendipia". Fue la primera vez que había oído esa palabra, esa noche cogí el diccionario y descubrí su significado. ¡Qué palabra más bonita! Cuando cerré los ojos para dormir, sabía que esa vecina iba a ser muy importante en mi vida.
Por la mañana, al verme, me dio los buenos días y me preguntó:
-¿Qué pasa por tu cabeza?
 Y yo, cómo sino fuera conmigo, le conteste:
-Nada, estoy bien.- María, me conoce muy bien.
 -Pues no te veo yo muy normal, si parece que estás en fase crisálida. Anda y alegra esa cara. ¿Qué pasa, que estás triste porque ahora no pasa por las tardes ese muchacho con su caballo?
-¿Qué muchacho?
 -Anda no disimules, chiquilla, pero si se te nota a tres kilómetros que el muchacho te hace tilín.
-¡Ay! María, ¿pero tú de qué mundo eres?, pareces bruja, todo lo sabes y todo lo ves. Me voy a por el pan, ¡ah! y no vayas diciendo lo que me has dicho a mí.
-No mujer, no te preocupes. Será nuestro secreto. Tu sabes que tengo una buena virtud, soy la vecina que más empatía voy repartiendo por el barrio. -Eso es verdad, María, y la más inteligente.
-Por cierto, tráeme un pan de kilo de los cortados y bien “cocidito”.

‌Antes de llegar a la panadería me encuentro con mi amiga Inmaculada. Me recuerda que han decidido quedarse en el cortijo durante la feria y así estaremos toda la pandilla junta, confesándome que Pablo iba a estar también. Mi cara cambió en un abrir y cerrar de ojos. Una sonrisa de sororidad llenó mi cara, la abracé bien fuerte y levanté la mano a la vez que le decía:
-¡Las mujeres unidas somos la leche, jejeje! Ah, mi primo Antonio viene también.
Ahora era a ella a quien le brillaban los ojos de alegría.
‌Por fin llegué a casa con el pan y mi madre,  enfadada, me decía:
-Pero niña, ¿a qué hora vamos a desayunar?
-Mamá, un poco de tolerancia. Tampoco pasa nada por desayunar media hora más tarde.
-¿Tolerancia? ¡Anda sí, tolerante, pon la mesa que el café está ya frío!
La pandilla estaba haciendo todos los preparativos en el cortijo. Que si me llevo un colchón, que si yo unas sábanas, cuánta comida vamos a comprar. Y de pronto que me dicen que Pablo al final no va a poder venir, que aún no lo sabe, pero parece que no va a poder cambiar el turno en el trabajo. En ese momento se desencajó toda mi existencia, mi ilusión se fue al suelo- Fui a contárselo a mi vecina María. Ella me preparó una infusión de coco muy típica de su país y me dijo:
-No te preocupes, la esperanza es último que se pierde.
Mi corazón empezó a palpitar intensamente cuando Pablo llegó.

CANDELARIA MOLINA MOSTAZO


 LA CRISÁLIDA DE SAÚL

Saúl acababa de cumplir los diecisiete, estaba terminando bachiller. Era un muchacho de esos, de los que se sienten dueños de sus silencios, un tanto barbilampiño y el pelo discreto. Un tanto indiferente, como podría decir la gente sobre él. Esta noche pensaba ir con los amigos a La Caverna, a celebrarlo y a escuchar algunos grupos locales.
Estaba lleno como siempre. Unas cervezas frías y a brindar. Él, entre risas, decía que estaba saliendo de su crisálida, que ya iba siendo tiempo. Esta noche un grupo folk le llamó la atención. Eran cuatro,  pero se notaba que el bueno era el de la guitarra, un muchacho poco mayor que él, con los pelos revueltos y una sonrisa casi perenne. No paró de mostrar alegría durante todo el concierto. Saúl le dio un trago al botellín, todavía no le había terminado de pillar el gusto a la cerveza. Entonces terminaron una canción y para finalizar el guitarrista comenzó a hacer un solo. Fue como si las notas huyesen compungidas de las cuerdas. Varias manos le agarraron en ese momento y volvió con sus amigos a por algo más a la barra.
Al día siguiente curioseando por las redes descubrió a aquel joven que hacía llorar a la guitarra, Luis Suárez. Bueno, le pidió amistad y comenzó a seguirlo por las redes.  Resultó que tenían gustos parecidos en algunas cosas y en las que no, no tenían problemas en debatirlas.
Saúl intentó aprender a tocar, pero solo conseguía sacar carcajadas de la boca de Luis. Luego se sentaba y lo escuchaba, a veces incluso se le saltaban las lágrimas. ¡Qué fuerte! Sentía empatía por la tristeza que anunciaba la guitarra.
 Saúl a veces no sabía que eran esas cosquillas que recorrían su estómago. Le gustaba compartir los ratos libres con Luis,  no solían hablar de chicas, ni tan siquiera de sus compañeras de estudios, que ahora estaban muy ocupadas en crear un ambiente de sororidad en el instituto. Hasta su madre se extrañó al verle con ganas de cambiar las monocromáticas entrañas de su armario. El viernes esperaba que fuese un buen día, por la noche iban de pizzas. Saúl tenía la esperanza de que ocurriese algo, aunque no sabía el qué, pero necesitaba que ocurriese algo. Esa tarde se puso la camisa nueva y unos vaqueros, se miró en el espejo y sonriendo pensó que estaba tonto, que parecía un presumido. Llegaron al mismo tiempo. Un abrazo y a charlar. Se sentaron al fondo y la conversación fluyó como siempre. Hablaron de que en el día a día había muy poca tolerancia con todo lo diferente, de música, de libros,… A veces los silencios permitían que sus miradas hablasen, que dudasen, que de sus ojos resbalase algo más que amistad. ¡Uf! Se sentía tan nervioso, con una pierna parecía querer bailar claqué. Entonces Luis le preguntó si creía en la serendipia. Saúl comenzó a darle su explicación al respecto y las palabras se fueron acercando a Luis, se iban acercando cada vez más, hasta que se quedaron atrapadas entre los dos, apretujadas y un tanto ruborizadas. Fueron las palabras más bonitas en mucho tiempo.
Y el mundo se hizo nuevo para los dos.
Tal vez hoy no estén juntos, o puede que sí, pero aquel beso, paró el mundo por un instante.
RAFAEL NÚÑEZ RODRÍGUEZ

ABRAZOS

Julia llegó del colegio con gesto serio y pensativa.
No era habitual esa expresión en ella, siempre alegre y sonriente.
Su abuela, sentada plácidamente en su butaca, releía un viejo libro de tapas gastadas por el tiempo y el uso. Notó a la niña compungida, igual que debe sentirse una crisálida antes de salir de su envoltorio.
(Vaya imaginación la de la abuela)

-¡Abuela... Abuela! En clase de historia nos han dicho que en el 2020 hubo una pandemia. ¿Eso qué es, abuela?

La abuela alzó la vista y un sentimiento de empatía y sororidad iluminó por un momento los cansados ojos de la mujer, mientras dejaba reposar el viejo libro en su regazo.
Una sonrisa afloró a su sereno rostro surcado por las señales del devenir de los años.

- Mi niña... Sucedió que un virus desconocido hasta entonces, que nunca se había estudiado antes, se extendió por todos los países infectando a muchas personas.

La niña se sentó en el suelo delante de la anciana.
-¿Qué pasó, abuela?

-Pasó que toda la población del planeta se vio afectada, de una manera u otra. Fueron muchas las personas infectadas.
Todo sucedió de un día para otro, en un momento, sin esperarlo, nadie lo predijo. El día anterior estábamos todos juntos... amigos, familiares, luego la mañana del 9 de marzo nos encontramos con la vida al revés.

Los grandes ojos de Julia miraban con interés
-¿Y luego?

- Todos nos pusimos en cuarentena, nadie podía salir de casa excepto para comprar alimentos en el supermercado.
Durante algún tiempo el único medio de contacto con nuestra familia y amigos fue por internet, por suerte existían teléfonos y ordenadores.
Desde entonces la gente se ha responsabilizado, la empatía y la tolerancia hacia los demás ha crecido, hemos contaminado menos, hemos redescubierto cosas que no creíamos que sabíamos hacer.

-La pequeña se levantó del suelo, inquieta.
-¿Y luego qué pasó?

- Finalmente, día a día, fueron llegando buenas noticias y comenzamos a ver un atisbo de esperanza, la gente se curaba y no había nuevos afectados, hasta que por fin nos dijeron que podíamos salir de nuestras casas.
El mundo se había parado para nosotros, pero hubo un aspecto positivo: ahora entendemos el valor de las cosas precisamente porque nos vimos desprovistos de todo.
Volvimos a abrazarnos, a valorar las pequeñas cosas, a ser mejores personas.
Conocimos el significado de la palabra “serendipia”: algunas personas descubrieron la felicidad en algo o alguien cuando en realidad buscaban otra cosa distinta.

Y créeme, mi niña, la cerveza que tomé cuando el bar volvió a abrir, aunque era la misma de antes, fue la mejor que bebí nunca.

Una sonrisa pícara iluminó la carita de la niña.
-¿Por qué abuela?

- Porque entre todos conseguimos vencer al coronavirus. Pero ven, dale un abrazo a tu abuela.
LAURA PÉREZ ALFÉREZ


QUE DIOS TE PERDONE

Sintió que su vida se desmoronaba, no entendía como su compañera de clase la odiaba tanto, si eran casi de la misma edad, de una familia similar, de la misma cultura… Aquella interminable tarde de invierno, nada más salir de clase, la esperaba detrás de un árbol de camino a casa, salió detrás de ella hasta alcanzarla y la empujó fuertemente hasta verla caer al suelo  violentamente. Las heridas contra el asfalto fueron muy dolorosas y compungida caminó hasta casa para contarle a su madre, que la esperaba con la comida en la mesa.
Al verla aparecer la mujer se preocupó por la cojera de su hija. Se había lastimado y se apresuró a curarla. A diario le juntaba aceite de crisálida con la esperanza de verla sonreír.
La madre le transmitía tanto amor. Jamás podría  explicarle que ella fue fruto de la serendipia cuando buscaba algo drástico y fatal que truncara su vida. Por eso le debía tanto, le debía la vida misma. Logró unirlas con fuerza e intensidad, con la empatía que una madre siente por una hija indefensa.
 -Tranquila mi vida,  buscaremos sororidad para que siempre encuentres en mí el apoyo y la tolerancia indispensables que nunca podrás encontrar en otro lugar, solo en tu madre.
GEMA FRÍAS LUQUE

UN SUEÑO EN EL VALLE.

Lucía era una muchacha sencilla.
Nació en un cortijo del precioso valle del río Guaro, cuando sus padres ya habían perdido toda esperanza de tener hijos.
Su madre, cada mes, contemplaba compungida como brotaba de su cuerpo aquel fluido rojizo que aniquilada sus ilusiones maternales, y así mes tras mes, año tras año.
Tuvo que crear tolerancia hacia su propio cuerpo para vivir tranquila.
Su padre miraba con ojos llenos de amor a la madre, él también deseaba ser padre, pero sabía del sufrimiento de su esposa y trataba de tener empatía con ella.
El duro trabajo diario se apoderó de ellos, y la rutina pintó sus días, por eso, fue una auténtica serendipia cuando descubrieron el embarazo.
Lucía nació en otoño, pequeña, tierna, indefensa..... Y así se mantuvo en su niñez. Creció feliz en aquel valle cuidada por el amor de sus padres, pero pasaron los años y sorprendentemente, una primavera ocurrió el milagro, aquella niña pequeña y endeble se convirtió en una joven hermosa, cual crisálida en mariposa.
Los padres asistieron maravillados a la transformación, su pequeña y delicada niña se convertía en exhuberante mujer.
Lucía, cómo cualquier chica de su edad, estudiaba, salía con gente de su edad, se divertía y ayudaba en el cortijo. Un día contó a sus padres, que entre sus amistades había alguien muy especial, sencillamente se había enamorado. Se trataba de su amiga Leticia.
Sus padres se alegraron por ella, porque la vieron feliz, y afortunadamente, hoy existe sororidad.
DORI CALDERÓN RAMOS

CONJURO DE VIDA

Se afanaba en rasgar con todas sus fuerzas, pero sus manos eran pequeñitas y su destreza aún no estaba del todo desarrollada. Tras unos movimientos rápidos y violentos logró romper la crisálida que la protegía y salió al mundo exterior compungida y exhausta. La pequeña ninfa se sorprendió al encontrarse rodeada de multitud de bellas féminas, de ojos almendrados y piel morena, que la escrutaban con inmensa curiosidad. Asustada, retrocedió y quiso volver a su caparazón, pero una delicada mano se posó sobre su hombro y la tranquilizó.

-¿Quiénes sois? –preguntó la ninfa.

-Somos las almas del bosque. Pronunciamos un conjuro para que El Magma nos enviara tolerancia y empatía para repartir entre los humanos. Una de las dos variedades de género viene aquí para atentar contra nuestros verdes pulmones. Jamás han llegado a comprender la labor tan esencial que realizamos por su planeta. -Explicó una.

-Esta serendipia nos confunde. ¿Qué se supone que debemos hacer ahora? –Preguntó otra. -No esperábamos algo como tú en respuesta a nuestro conjuro.

-Tranquilas, vuestra sororidad será atendida y reconocida. El Magma nunca se equivoca. Con la unión de todas sé que podré ayudaros. Por cierto, mi nombre es Terraquea Esperanza.
M. CARMEN JIMÉNEZ ARAGÓN

NO LA PIERDAS

 Había una vez una muchacha que vivía en un pueblecito rodeado de montañas, en algún confín remoto de La Tierra.
Esta chica era diferente, apenas hablaba, siempre andaba distraída, solitaria, compungida y sin amigos.
Nadie en el pueblo hacía nada por sacarla de su estado de mudez. Nadie mostraba un poco de empatía hacia ella. Todos le
daban la espalda.

Ella, se había construido, en su imaginación, un mundo particularmente especial. Un mundo sin rencores y sin malicia, un mundo lleno de crisálidas, un mundo lleno de pequeños y divertidos insectos que correteaban como locos de un lado para otro sin parar. Un mundo donde la serendipia aparece debajo de las húmedas rocas y de los árboles florecía la tolerancia pintando el paisaje con bellos colores.
Así pasaba sus días y también sus noches y no podía remediar sentir la falta de sororidad por doquier. Se sentía sola en muchas ocasiones hasta que un día todo cambió. Se disfrazó de Esperanza con la idea de ayudar a la gente. Vendió pequeñas y grandes botellitas de esta esencia, urdió miles y miles de esperanzas, cobijó con agrado este sentimiento rezagado, y así fue como, poco a poco, fue esparciendo destellos de esperanza a la gente. Y por la noche, sonreía agradecida porque de entre “la nada” había conseguido “el todo”, y logró repartirlo por todo el Universo.

Mª JESÚS CAMPOS ESCALONA.

lunes, 16 de marzo de 2020

POEMAS CASEROS.

Aunque la situación en toda España es crítica y hay una alarma activa durante 15 días, los integrantes del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela hemos improvisado unos poemas relativos a los acontecimientos que estamos viviendo. Aun no pudiendo realizar nuestras reuniones semanales, ni avanzar con nuestras actividades, en los últimos días estamos más activos en whatsapp y en redes sociales, intentando paliar este confinamiento y pasarlo de la mejor manera posible, la creatividad fluye y aquí os dejamos unos poemas, que esperamos os gusten y os animen a dejar fluir vuestra imaginación.
Si os apetece compartir vuestra creaciones en este espacio aquí os dejamos un email: clublecturavinuela@gmail.com

EL VIENTO

Todo se envolvía en lo oscuro, 
las calles se inundaban de silencios,
ojos entrecerrados buscando lo invisible,
pero siempre quedaba el viento,
ese que llena de palabras nuestras casas,
que trae vuestras risas a mis oídos,
gotitas de esta mezcolanza que formamos,
siempre tendremos el viento,
que nos unirá y nos hará sonreír desde la lejanía.


LA FLOR MÁS BONITA

Allí estaba ella
desafiando primaveras,
llenando la vida de color,
acariciando gotas de rocío.
Era la flor más bonita,
tenía tatuado el amanecer,
y yo me perdía en su tinta,
sus pétalos caricias de terciopelo,
era la flor más bonita,
sus espinas afiladas eran invisibles para mí,
yo no veía su tallo retorcido,
cada día nervioso al pasar junto a ella,
la veía erguida y majestuosa,
sabedora de la belleza que la bañaba, 
era la flor más bonita,
y cientos e ojos pasaban sin verla,
miles de pasos se perdían ignorantes,
pero yo conocía su secreto,
y pasaba las horas disfrutándola,
porque yo sí sabía que era la flor más bonita.


Rafael Núñez Rodríguez


LA CORONA

Nunca pensé que llegaría este día
solo hace un mes que lo conoces
y liada con él te sorprendía
escondiéndome salivas y roces.
No es justo que pienses en él,
día y noche, día y noche.
Si yo llevo una vida junto a ti
y cuando me ves coges el coche.
Ya tiene que ser importante
que hasta corona le has colocado.
Pues que sepas que es un pedante
que a todo el país ha conquistado.


MI CARACOL

"Corren tiempos revueltos
difíciles de comprender.
Ni las lechugas del huerto
podrás ya recoger.
Ahí viene la autoridad:
-Señora en la casa hay que quedarse,
mostremos solidaridad.
No vaya usted a contagiarse.
Y yo le dije al señor:
- yo saqué a mi mascota, 
y a la peluquería la llevé
a la vuelta vio el verde lechuga
y no se resistió como caracol que es".



FLORES COMO TÚ


¿A qué huelen las rosas?
Que de pena amanecen llorando
A tu esencia y calidez
A ternura y cilantro.

¿Y ese rubor de la amapola,
Que de tus labios ha copiado?
Pretende ser delicada,
Mas su reflejo será vano.

Pobre iluso el lirio blanco
Tan altivo y estirado,
Elegante en movimientos,
Todo de ti emulado.

Nacieron insulsas las flores
Buscando a quien parecerse
Y se congregaron en primavera,
Para un hueco hacerse
En este mundo quimera
Que explota de envidia al verte.

M. Carmen Jiménez Aragón.




#YOMEQUEDOENCASA

Como esos días de antaño,
Sin caer en el engaño,
Esperando sin descanso,
Al final, todo será en vano.


La esperanza está en el cielo,
Deseando ser un consuelo,
De que exista de verdad,
Aún sabiendo que es una quimera,
Es tan frágil la realidad.

Esos seres tan vacíos,
Que pululan por las plazas,
Regidos por solemnes palabras,
Que amansan la razón.

A todos los que tanto amaron,
Durante tantos otoños,
Cuidando de su retoño,
Caminando juntos por un futuro.

Gema Frías Luque


RESPONSABILIDAD

Hemos aprendido el peligro de un beso,
de un abrazo.
El valor de la ciencia,
por delante de la economía.
Que esto es responsabilidad de todos,
y de todas.
Que necesitamos que el vecino se cuide,
y no se enferme,
y que nosotros también lo hagamos por él,
porque estamos conectados 
en nuestro aislamiento.

Laura Pérez Alférez

APLAUSOS

Las flores siguen igual de bonitas, el árbol se balancea con la brisa de la mañana, el sol parece tímido y se asomó con sigilo porque no escuchaba risas, ni pasos, ni saludos. 
El paisaje sigue siendo bello pero ha perdido su esencia, no se respira vida en la calle, en cada esquina, se han marchado los abrazos, ay! qué daría yo por un beso. Todo se ha vuelto silencio, miras pero no ves nada y cuando crees que el alma se ha paralizado suenan al unísono los aplausos de mayores y pequeños cantando con el corazón, recordándole a la desolación que estamos aquí deseando llenar de vida los parques y las plazas, estamos  deseosos de reír y bailar con nuestros amigos, soñamos con abrazarnos, besarnos, cogernos de la mano y poder recomponer estos cuerpos ansiosos de amor.
Amor del bueno, del que te llena de energía, añoramos los abrazos de abuelos, abuelas, madres, padres, hijos, hijas, enamorados, enamoradas, que suenen los aplausos, que resuenen con fuerza para que no se olvide la vida que todos estamos aquí.


Candelaria Molina Mostazo

UNA CORONA SIN REY


Llegó proclamándose rey,
mostrando su corona al viento,
susurrando al aire su ley
y oprimiendo los sentimientos.
Con sus alas nos abrazó
y nos apresó en su reino,
pero nunca imaginó
que romperíamos su cerco.
Escapamos de tu furia,
cercados, pero valientes,
por ti, por mí, haremos frente
a este ente de baja alcurnia.
Juntos podemos,
juntos lucharemos, 
y si juntos nos defendemos,
no hay corona que nos hunda.


AL OTOÑO


Nunca vi tus dorados majestuosos,
Ni los destellos plateados
Qué tu luz provoca en las escasas hojas
Tampoco aprecié la suavidad
De tu calor en mi piel
Ni el volver al calor del hogar, tras los cortos ocasos
El susurrar del viento me entristecía,
Las luces del atardecer dañaban el alma,
Solo las primeras gotas de lluvia
Con su olor a tierra mojada,
Conseguían una sonrisa profunda
Y una alegría al alma.
Ese tiempo se escapaba
En añoranzas veraniegas,
Soñando experiencias vividas,
Risas, sol, agua de mar, arena...
Y me impedía ver
Lo que tú me ofrecías,
Tu suavidad, tu calidez,
Volver al día a día,
Y es que somos dados a pensar
Qué cualquier tiempo pasado, fue mejor
Y nada más lejos de la realidad
El mejor tiempo es el momento,
El de ahora, el otro ya pasó.


Dori Calderón Ramos

FUERZA

Unas letras le envío al corona,
entre todos podemos bajarlo de su trona,
y ante la medida de cuarentena,
no sintamos ninguna pena,
sino todo lo contrario, fuerza.
Lavarnos y relavarnos las manos sin pereza,
el aislamiento es un relativo sentimiento,
por tanto alabo la iniciativa de una tarde de poesía,
que llena nuestras casas de alegría y compañía.

Raquel Viscay

viernes, 13 de marzo de 2020

Queda suspendido el I Encuentro Poético hasta nueva fecha.


Los miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela hemos decidido suspender el I Encuentro Poético como medida de prevención con la finalidad de no poner en riesgo la salud de nuestros vecinos. Comunicaremos la nueva fecha en cuanto la situación lo permita.
A continuación adjuntamos las medidas de prevención propuestas por el Excmo. Ayuntamiento de La Viñuela.


sábado, 7 de marzo de 2020

Concurso Literario La Viñuela "SEMANA CULTURAL 2020".

CONCURSO LITERARIO LA VIÑUELA "SEMANA CULTURAL 2020".



EL TEMA SERÁ LIBRE Y TIENE QUE CONTENER LA FRASE "TAREA DE TOD@S"

BASES DEL CONCURSO

CATEGORÍAS

a) Hasta 8 años
b) 9 y 10 años
c) 11 a 15 años
d) 16 años o más
MODALIDAD: Cuento o relato
TEMÁTICA: Tema libre, el relato debe contener las palabras "tarea de tod@s"
FORMATO Y EXTENSIÓN: Arial 12
a) 10 años o menos: medio folio
b) 11 a 15 años: entre 1 y 3 folios
c) 16 en adelante: entre 1 y 3 folios
PLAZOS DE PRESENTACIÓN
- Fecha límite 02/04/2020
¿DÓNDE PRESENTO MI RELATO?
Puedes presentar tu relato en el Ayuntamiento, Tenencia de Alcaldía de Los Romanes, Guadalinfo o Biblioteca Municipal.
¿CÓMO PRESENTO MI RELATO?
El relato se debe presentar en un sobre grande cerrado, en su interior se encontrará el relato, dentro de éste sobre habrá otro pequeñito con los datos del participante el cual no se abrirá hasta que no se haya decidido quién será el ganador. (Especificar en el sobre grande la categoría en la que se participa, una categoría errónea puede acarrear descalificación).
PREMIOS
Habrá fantásticos premios para los primeros clasificados de cada categoría.
¡MUCHA SUERTE!

ORGANIZA: AYUNTAMIENTO DE LA VIÑUELA

viernes, 6 de marzo de 2020

8 de marzo DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.



Hoy se ha celebrado en la localidad de La Viñuela el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, hemos asistido al Salón de Plenos y tras su presentación por parte de su Concejala y alcalde de la localidad, hemos visto un vídeo en donde han participado las mujeres del municipio, sus hijos y nietos han relatado la trayectoria de cada una de ellas.
A continuación se le ha homenajeado a María Martín Martín de la pedanía de Los Romanes con el "Reconocimiento a toda una vida"  y rodeada de todos sus familiares ha recibido un emotivo homenaje.


Una compañera del Club, nuestra querida amiga Raquel, le ha dedicado unas palabras llenas de emoción a su madre, Julia Heredia González, nacida el 10 de junio de 1934  que cuenta con la edad de 85 años.
Es un evento con el cual nos sentimos muy identificadas, ya que tenemos como referencia las vivencias de nuestras abuelas y madres, tanto que, realmente nos llegan a emocionar sus historias y padecimientos.
En el Club de Lectura y Teatro de La Viñuela llevamos unos días muy activos y sensibilizados con esta celebración y es por ello que hemos planteado algunas actividades para intentar dejar fluir nuestros sentimientos por la MUJER,  la mujer con mayúsculas, la mujer luchadora, valiente, a la que le debemos todo cuanto somos.
Es por ello que hemos cogido papel y lápiz y hemos tratado de expresar las palabras que nos transmiten las mujeres que hay en nuestro alrededor, madres, abuelas, tías, amigas... y nos hemos camuflado en su piel para expresar aquello que sintieron para intentar reflejar su historia, para que perdure a través de todos los tiempos y podamos tener referencias y que algunas no vuelvan a repetirse.
A continuación compartimos con todos un relato breve de nuestro compañero Rafael Núñez, el cual ha tenido una especial manera de describir toda una vida destacando aspectos muy significativos de los pocos derechos y las muchas obligaciones que tenia una mujer nada más nacer.

LA MUJER QUE MUEVE EL MUNDO

Finos hilos de blanco inmaculado peinaban su cabeza, podría decirse que fue perdiendo el color de su pelo a la par de un poquito de memoria. Sí, todavía tenía muchos recuerdos, pero se iban descoloriendo.
Tiene un pequeño tic, se suele pasar la mano por el pelo, nunca fue presumida, pero eso de llevar el pelo enfadado no iba con ella, ya era media tarde y como siempre se sentaba en la calle bailando en su mecedora, entonces en sus manos cobraban vida propia y comenzaban a darle forma a los ovillos de lana.
Ella fue de aquella generación en la que los niños pasaban hambre, aunque con los estómagos enfadados, siempre reflejaban una inocente sonrisa, sus manos se llenaron de callos demasiado pronto y la infancia voló casi antes de llegar, y sus días de campo no eran lo que piensan hoy día los niños, los días terminaban al irse el sol y volvían a nacer con la música de los gallos, después lo conoció a él y todo cambió, para que todo siguiese igual, llantos que correteaban sin parar lo llenaban todo, las manos seguían callosas, y los días ya no terminaban al irse el sol, pero ella siempre reflejaba la ilusión de sentirse viva.
Con el tiempo los niños se fueron y la casa se quedó más callada, ella y él, los días pasaban como el viento, sin distinguir colores, aunque no más cortos, entre telas, platos y todo lo que parecía una obligación se le fue pasando la vida... esta tarde el sol le daba otra pincelada a ese rostro que tenía ya tan dibujado, durante años había sido el lienzo del sol veraniego y la escarcha que huía de la noche, toda una vida reflejada en esos ojos cansados, miraba hacia los portales de los vecinos, cada vez quedaban más sillas vacías, suspira y vuelve a mirar la bufanda que está haciendo, no recuerda bien para cual de sus nietos es, pero bueno, el que llegue antes que se la lleve, sonríe levemente y cierra los ojos, ¿por qué no jugar un rato?, comienza a mecerse y se ve volando entre las nubes, todo es diferente y comienza una nueva aventura.


RAFAEL NÚÑEZ RODRÍGUEZ