jueves, 17 de julio de 2025

XXXVII. ME LO DICES O ME LO CUENTAS

Saludos, lectores y lectoras del mundo. Aquí tenéis otro ejercicio de microrrelatos por palabras. Para quien no conozca las pautas a seguir, las recordamos:

-Elaborar un microrrelato de 180 palabras como máximo (sin contar las del título), en el que incluyamos diez términos, elegidos al azar por miembros del club. 

-Cuando la palabra elegida es un verbo (amar, verter, salir...), puede utilizarse en cualquier forma, tiempo o persona.

-Si la palabra elegida no especifica su función, podremos utilizar cualquiera de las que nos proponga la RAE para dicho término.

-Si el término elegido es un sustantivo o adjetivo podremos usar tanto el masculino como el femenino, y en singular o plural, según convenga. 

-No se debe utilizar una palabra cambiándole la función que debería desempeñar en el texto (el adjetivo "amable" no se puede sustituir por "amabilidad", porque entonces lo convertimos en sustantivo).

    Para este ejercicio los términos elegidos han sido: PUCHERO, ÁNIMA, HILO, BARBUDO, PRODUCTO, CALZONCILLO, OVILLO, BRILLAR y LLUVIA.

    Os animamos a practicar este ejercicio y nos encantaría que compartierais con nosotros el resultado. Si os apetece podréis verlo publicado justo debajo de estas líneas, junto a los nuestros, que os servirán como ejemplo. Que disfrutéis de la lectura.

Dori Calderón Ramos
GUARDADO EN MEMORIA 
Hace tanto tiempo que intento unir los hilos de nuestras vidas, que más que enamorada soy ánima vagando por esta historia.
Nunca tiraste del ovillo, simplemente te dejaste llevar por mí.
Te faltó valor para lo nuestro y sentiste miedo de quererme, fuiste incapaz de cantar conmigo bajo la lluvia y no te atreviste a soltar el paraguas, quise nadar desnuda contigo pero no te despojaste del calzoncillo, te convertiste en barbudo cuando sabes que me gustabas rasurado y quizás sea producto de mi imaginación, pero puedo verme algún día recogiendo el diploma a la obstinación de compartir mi vida contigo.
Cansada de ser una sombra en tu espléndido brillar, me alejé para ver si podía vivir sin ti, y Dios sabe que lo intenté, pero hoy al verte con otra, mi rostro se descompuso en pucheros que no pude reprimir.

Laura Pérez Alférez
Y SE RÍE...
Se ríe con cualquier cosa, al despertarse me mira desde la cuna, con esos ojitos que brillan más que el sol después de una mañana de lluvia, lo tomo en brazos, lo beso, y se ríe.
Enreda sus deditos entre los hilos del ovillo enmarañado que cubre mi cara, lo abrazo, y aunque no soy muy barbudo, la pelusa le hace cosquillas, y se ríe.
Pese a que nunca salimos de casa, se ríe siempre, cuando le canto, le baño o le cambio el calzoncillo y el pañal. Solamente llora cuando le doy de comer, no le gusta la papilla de verduras y pollo; hiervo todos los productos y lo paso por la batidora, pero empiezo a sospechar que no merecía el diploma del curso de cocina. 
Desde aquel día en el que yo vagaba como ánima del purgatorio, y lo vi en el parque, supe que yo sabría hacerle feliz, pero algo falla en la hora de la comida.
¿Qué será lo que le falta al puré? ¿Qué le pondría su madre en el puchero?



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