domingo, 12 de abril de 2020

Diario Sur publica dos nuevos microrrelatos de miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela.

La principal característica de este género narrativo es la brevedad, el autor tiene que expresar en unas cuantas líneas todo aquello cuanto desea y dejar al lector emocionado, pensativo o simplemente con la sensación de haber leído algo bueno a la par que breve. “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
Se necesita de mucha técnica y tiempo de dedicación porque es muy difícil transmitir una pequeña historia o secuencia,  en pocas líneas. En el microrrelato iríamos al punto clave o clímax de nuestra narración, en el que se produciría un giro inesperado que sorprenda al lector. Mientras que con la novela o los relatos disponemos de infinitas páginas para ir caracterizando a un personaje o a varios, para ir creando ambiente, para ir desarrollando la historia en sí.

De esta manera, nos tendremos que olvidar por supuesto de describir en exceso. Esta forma de escribir nos ayudará a buscar la palabra adecuada, en este caso los adjetivos descriptivos idóneos, para decir mucho con poco.

El trabajo que hemos venido desarrollando a lo largo de estas semanas de confinamiento van dando sus frutos, nuevamente tenemos noticias de nuestros activos miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela.
Diario Sur ha hecho dos nuevas publicaciones en la sección de microrrelatos de miembros del Club, Rafael Núñez Rodríguez el 10 de abril titulado "DESTINO" y María del Carmen Jiménez Aragón titulado "CORRER, VOLAR, SOÑAR" con fecha de hoy, 12 de abril.
Estas pequeñas noticias son las que nos motivan a seguir escribiendo, porque en algún lugar del mundo habrá gente que las lea y en el mejor de los casos, que se sientan identificados con nuestras historias, esperamos que encontréis siempre un instante donde poder dejar volar vuestra imaginación. 


DESTINO. 
(Publicado en Diario Sur 10/04/2020) 
Rafa Núñez Rodríguez
Los observaba desde los riscos más elevados de la vida, los veía tan pequeños, casi insignificantes, escuchaba sus gritos, se empapaba de sus lágrimas, y sin embargo sus ojos solo le mostraban vacío, el vacío que deja la ignorancia hecha soberbia, y suspiró, miles de años atrás les dio la libertad que producen los latidos propios, esperaba tanto de ellos, y sin embargo sus ojos reflejaban un infinito callado que se vería coronado por una bola de fuego y se perdería en la noche eterna, después, silencio.

CORRER, VOLAR, SOÑAR.
(Publicado en Diario Sur 12/04/2020)
María del Carmen Jiménez Aragón
Son las cuatro, Mamá me empuja hacia el paraíso y me abandona un par de horas. Ese lugar es diferente cada día. Ayer había nevado, recuerdo haber sentido angustia al perseguirme ese monstruo abominable. Me encantó la sensación de "escapar por patas". Otro día una niña me cogió la mano y dimos un paseo por el bosque hasta la casa de su abuelita. La semana pasada, un señor me invitó a dar la vuelta al mundo en dos horas. 
Aquí puedo escalar montañas, surcar todos los mares y viajar a otros planetas... Lástima que mamá vuelva tan pronto a recogerme, me ha pillado volando a lomos de Fújur intentando salvar Fantasía.
- Cielo, te ayudo con tu silla de ruedas. Di hasta mañana a la bibliotecaria.

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