Después de un tiempo, en el que no hemos dejado de escribir para días especiales como Día de los Enamorados, Día de Andalucía, Día de la Mujer,…, volvemos a retomar nuestros ejercicios rutinarios. Para los que se encuentren algo perdidos, aclaramos que en esta ocasión los miembros del Club de Lectura y Teatro de La Viñuela construyen microrrelatos, aproximadamente de 150 palabras, en las que deben incluir unos términos clave propuestos entre todos. El tema de la historia será libre, así que os garantizamos que leeréis relatos muy variados y originales, pero siempre incluyendo en la narración esas palabras comunes a todos. En este caso serán 10, una por cada componente del grupo y aclaramos que sustantivos y adjetivos pueden utilizarse en masculino o femenino, singular o plural; los verbos pueden utilizarse en cualquier tiempo o persona, o incluso en sus formas no personales; no se puede sustantivar un adjetivo, la palabra debe cumplir la función que originalmente se ha propuesto. Animaos en casa a practicar los ejercicios, podéis sorprenderos gratamente.
Sin más, aquí tenéis las palabras propuestas para este ejercicio: MISÓGINO, MODULAR, NIDO, PROCRASTINAR, ESOTÉRICO, GINOFILIA, DESPERTADOR, ECLÉCTICO, LEYENDA, VILLANO.
Deseamos que disfrutéis de la lectura, saludos.
Cande Molina Mostazo
PURA GINOFILIA
Esta mañana me alegré cuando el despertador me liberó de mis sueños eclécticos, últimamente no duermo bien, cada día me cuesta más ir al antro donde trabajo, no debería procrastinar más la decisión de marcharme bien lejos.
Ayer cuando colocaba una caja de cervezas no pude evitar escuchar la conversación telefónica entre el cliente del bar y su esposa, menudo villano misógino sin escrúpulos, experto en esoterismo barato y en engañar a su mujer con poéticas leyendas, mientras manosea el cuerpo de la chica que acaba de recoger en el polígono. Y yo, pura ginofilia, se me retorcían las entrañas al presenciar repugnante escena. Intenté modular mi voz mientras gritaba: ¡cada uno a su nido, el bar va a cerrar!
Montse Martínez Serrano
ALQUILER CON OPCIÓN A ROCE
Suena la alarma. Todos los días la misma mierda y ellos jodiendo y procrastinando la puta hora de dormir. Me levanto y modulo la alarma, su timbre me rompe los huevos. “Si metes el despertador en un nido tus días volarán” me dijo aquella vidente marimacho por la calle. Lo estrujo como si fuese su cuello, qué asco de esoterismo.
―¡Misógino! ―. Me dice la chica tetuda que se mudó al cuarto de al lado al cruzarnos por el pasillo.
―De zorras y villanos está llena la vida. Si buscas un príncipe azul lee un buen libro de leyendas para mojigatas ―. A esta, o me la follo o la echo.
Cojo el móvil. Diez mensajes de tinder. Abro el primero y respondo “hola bella”, tengo caladas a las feministas defensoras del sexo débil. Hoy la casa apesta a ginofilia. Abro idealista y edito el anuncio: “Se alquila habitaciones en un coqueto y ecléctico piso en el centro”.
Mª Carmen Jiménez Aragón
SUEÑOS PREMONITORIOS
Cuenta una esotérica leyenda que si, en sueños, ves a un impetuoso grifo acercarse a ti con grandes zancadas y las alas amenazantes, no debes procrastinar por más tiempo tu huida del nido. Probablemente tengas al lado a un ser misógino y villano que te anula e incluso intente modular tus pensamientos silenciándolos.
Esa ecléctica criatura solo quiere avisarte que existe otro lugar en donde la ginofilia se respira en el aire y que tu hora de actuar llega justo al escuchar el despertador.
Gema Frías Luque
EN DEFENSA DE LA VERDAD
Me tildaron de misógino, villano y en ocasiones de ecléctico. Yo aún no había salido del nido, y debía enfrentarme a todos mis miedos, ya no podía procrastinar aquella terrible leyenda. Aquella historia estaba rodeada de grandes pinceladas de esoterismo. Debía modular suavemente mi tono de voz y explicar a todo el mundo mi significativa forma de entender la ginofilia.
Levanté la mirada al oír el despertador, me calcé mi mejor traje y bajé a la esquina del portal, allí regalé abrazos a todas las mujeres demostrando mi devoción más sincera hacia todas ellas.
Lourdes Sánchez Jiménez
DE NUEVO TARDE
Llevaba poco tiempo viviendo sola, aunque su madre siempre la animó a salir del nido, pero ella procrastinaba, una y otra vez, la salida.
Acostumbrada a que mamá la despertase por las mañanas para ir al trabajo, otro día más olvidó poner el despertador la noche anterior. Se arregló lo más rápido posible y, con un brick de zumo en la boca, tomó el ascensor coincidiendo con el vecino del 4ºB, del cual se rumoreaban episodios de ginofilia, pero no se había podido esclarecer toda la verdad. Mientras conducía, modulaba las emisoras de radio buscando algo que la terminase de despertar, cuando en la noticias de sucesos narraban la escalofriante muerte de otra mujer víctima de algún villano misógino de este planeta. Cambió la frecuencia del dial poniendo algo de música marchosa mientras pensaba qué nueva leyenda o historia esotérica le contaría hoy a su ecléctico jefe.
Dori Calderón Ramos
NI UN DÍA MÁS
Ni un día más voy a procrastinar mi intención de decirle a usted que le considero un caricato vanidoso, con su falso halo de esoterismo, leyenda de conquistador y villano reconocido.
Siento náuseas al oír su voz en tono ecléctico, tratando de imponer su voluntad, falso y necio al modular su voz con indecentes proposiciones hacia nosotras.
Sus estúpidas y pegajosas palabras le delatan como necio misógino, obseso en parecer lo contrario, defensor de la ginofilia.
Patético es lo que usted consigue ser.
Marta se miró en el espejo una vez más y se juró que al día siguiente, al sonar el despertador, arrojaría aquellas palabras a la cara a su jefe, estaba cansada de verlo pavonearse en su nido.
Rafa Núñez Rodríguez
UNA COPA DE STANISLAVSKI
La leyenda que nacía de la etiqueta de aquella botella me hizo pensar, debía dejar de procrastinar, de ser el villano que apagaba el despertador de mi propio futuro.
Su contenido, un brebaje que me aseguraba poder convertirme en un misógino, o por lo contrario, adorar la ginofilia, sentirme ecléctico ante cada bocanada de aire prestado.
Modular mi voz para no parecer un nido de polluelos hambrientos.
Quizás recurrir al esoterismo o a alguno de sus secretos, sería mi última opción para poder convertirme en un buen actor.
No lo dudo, me sirvo una copa y comienzo a saborear mi futuro.
M.ª Jesús Campos Escalona
LO QUE LA VERDAD ESCONDE
Soy una vieja bruja, un tanto ecléctica, que malvive en este nido apartada del mundo. Muchos cuentan falsas leyendas sobre mí, cuando yo, en realidad, no paro de modular viejas frases en desuso, conjuros, y practicar el esoterismo, para que villanos y misóginos se mantengan alejados de niños inocentes.
¡Maldito despertador! Cómo me gustaría poder procrastinar, de vez en cuando, mi vida, pero la ginofilia que siento por las almas que me rodean no me deja dormir.
GINÓFILO
Era muy tarde, la calle estaba desierta y se encontraba sola y confusa, sentía unos irresistibles deseos de volverse y mirar atrás.
Una vez más habían discutido, estaba harta, ya no podía procrastinar por más tiempo su decisión, aquella mañana al oír el despertador había tomado la resolución de abandonar el nido.
No era más que un misógino, y ella solo una ingenua que se creyó sus leyendas y mentiras. Caía en sus redes y un halo de esoterismo y misterio la envolvía, cada vez que le susurraba al oído modulando su tono de voz.
No volvería a creer sus cuentos de villano embaucador, su discurso, de lo más ecléctico, se lo regalaba a cualquier mujer. Presumía de ginofilia, ahora se daba cuenta que solo era una exhibición de machismo patético.
Comenzó a andar más rápido para salir de allí cuanto antes. Se prometió seriamente no volver a mirar atrás.
Benet da Silva
CUENTA UNA LEYENDA CRIOLLA
Como cada atardecer, Rafael pretendía cruzar el río montado en su alazán, pero el equino al llegar a la orilla, se encabritaba, soltaba un bufido y se negaba a cruzar. El último atardecer, sobre un negro corcel surgió de las aguas el fantasma de Anastasio “el pollo”. El susto fue mayúsculo.
El aparecido le advirtió:
—Siendo un villano, no podrás cruzar.
Como argumento, relató la antigua leyenda criolla, según la cual; el alma de quien pretenda cruzar el río, debía ser blanca, o, a lo sumo, gris.
Lo escuchó atentamente, él sabía lo que se decía. Cuando lo conoció, recién salido del nido familiar, lo instruyó en el esoterismo, además, de enseñarle a modular sus impulsos.
Rafael, dio un respingo al oír el despertador.
«¡Malditas pesadillas!», pensó.
Vio sobre la cama un papel escrito y se preguntó:
«¿Qué significarán estas palabrejas?».
Tomó el papel y buscó en un diccionario el significado de; MISÓGINO, PROCRASTINAR, GINOFILIA, ECLÉCTICO.
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