sábado, 18 de julio de 2020

I MICRORRELATOS AL AZAR.



Tras conocer que el diario Sur comienza a partir del dieciocho de julio a publicar en sus páginas los mejores microrrelatos de este verano, cuyo requisito principal es, no superar las 150 palabras, los miembros del Club nos hemos puesto manos a la obra.
En esta ocasión hemos propuesto las siguientes palabras: REFLEJO, SOLTURA, ACOMETER, PESADILLA, CORAZÓN, AMANECER Y ARDIENTE.
Con esta selección de palabras hemos realizado unos microrrelatos inéditos y esperamos que formen parte de alguna de las selecciones que cada fin de semana propone entre sus páginas el Diario Sur.


La principal característica de este género narrativo es la brevedad, el autor tiene que expresar en unas cuantas líneas todo aquello cuanto desea y dejar al lector emocionado, pensativo o simplemente con la sensación de haber leído algo bueno a la par que breve.
Se necesita de mucha técnica y tiempo de dedicación porque es muy difícil transmitir una pequeña historia o secuencia,  en pocas líneas. En el microrrelato iríamos al punto clave o clímax de nuestra narración, en el que se produciría un giro inesperado que sorprenda al lector. Mientras que con la novela o los relatos disponemos de infinitas páginas para ir caracterizando a un personaje o a varios, para ir creando ambiente, para ir desarrollando la historia en sí.
De esta manera, nos tendremos que olvidar por supuesto de describir en exceso. Esta forma de escribir nos ayudará a buscar la palabra adecuada, en este caso los adjetivos descriptivos idóneos, para decir mucho con poco.


Rafa Núñez Rodríguez
MI VIDA SIN TI
Era otro amanecer de esos que llenan de llantos a los adormilados árboles.
Aparto con la mano las pesadillas que empañan el cristal de la ventana, y observo mi reflejo en él. No es más que las cenizas de lo que antaño fuera un corazón ardiente.
Y allá, a lo lejos, su recuerdo petrificado.
Hoy debo acometer la última batalla, la más difícil, debo acabar con el enemigo que está gobernando mi alma y que, con soltura, la va mordisqueando inmisericordemente.
Y son mis dientes los que se clavan y mis lágrimas las que huyen al refugio de la soledad.
Me miro las manos, tengo las uñas tan negras como mi ánimo, entonces un suspiro lo envuelve todo, mientras pienso que ya no tengo por quien lavarme.



Cande Molina Mostazo
DÉJAME (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 26/7/20).
Déjame despertarte de tu pesadilla. No tengas miedo, tú solo mira mis ojos ardientes y déjate llevar. Las subidas son muy duras, pero los paisajes son extraordinarios.
Déjame llevarte a un lugar maravilloso, donde los amaneceres son rojizos y anaranjados. Déjame acometer mi propósito y te enseñaré donde nace el agua pura y cristalina. Déjame enseñarte el reflejo de los árboles y notarás la brisa en tu pelo. Déjame cogerte de la mano y verás con que soltura pasean las flores y luego, si te gusta, podemos leernos mutuamente.



Gema Frías Luque
MI MEJOR PESADILLA (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 25/7/20).
El reflejo de tu mirada siempre me había resultado una pesadilla de la cual no había podido escapar nunca, cada noche venías a buscarme al filo de mi cama y al amanecer te esfumabas para acometer el plan perfecto de mi próximo sueño.
Mi corazón latía con soltura, cada noche a la misma hora, allí estabas tú, para volver a recordarme que tu amor era más ardiente cada día, que tus ganas se parecían a las mías, que tus deseos eran ya parte de los míos.
Esta noche, cuando has venido a buscarme ya no he sentido miedo, he notado que estamos más cerca el uno del otro y que, por fin, he entendido lo que realmente siento cuando me visitas cada noche en mis sueños.

Dori Calderon Ramos
SENSACIONES
Como cada amanecer trato de acometer mis tareas con soltura, no conseguirlo se está convirtiendo en una pesadilla.
Entro en la habitación y te veo dormido, y mi corazón palpita aunque no escucho sus latidos, quizás sea este cansancio lo que no me permite escucharlos.
Te miro, y esa mirada ardiente tuya que me vuelve loca, ahora está ausente, perdida. No sé qué nos ha pasado.
Te marchas a trabajar sin decirme nada, y yo busco mi reflejo en el espejo, pero no lo encuentro.
Quizás, el golpe que recibí la semana pasada de aquel coche tiene algo que ver con todo esto.


Laura Pérez Alférez
ESPEJISMO (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 26/7/20).
Volverás al mismo horizonte de mis ojos, en el reflejo del amanecer de una mañana de cualquiera.
Llegarás de nuevo a mi reja rememorando suspiros de un corazón ardiente.
Me vestirás con versos de amor y besos en un instante de incertidumbre, acometiendo con soltura un comienzo que se acaba.
La luna del alba se desvanecerá en una turbadora pesadilla y te irás a un lugar llamado recuerdos para nunca más volver.
La lluvia moja mis insomnes párpados.



María Jesús Campos Escalona
El AZAR (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 26/7/20).
Cuando el reflejo de tu mirada delata dolor me sobrecoge. Sé que hace años tu cuerpo entero se movía con una soltura y una gracia casi difícil de describir. Y sin embargo hoy tus movimientos son lentos y algo torpes.
Acometes, día tras día, la ardua tarea de redirigir tu vida, de mantenerte fuerte, pero sé que vives en una pesadilla constante. Mi corazón sufre por ti y aun así no puedo por más que glorificar tu persona, pues sé que ahí estarás como cada amanecer, constante, serena, ardiente... Mas luego, a lo largo del día, te irás apagando muy lentamente, casi sin hacer ruido te marcharás, como siempre.



M. Carmen Jiménez Aragón
TODO TERMINÓ (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 19/7/20).
Se despertó desconcertada, sin saber bien cómo había llegado allí. Dirigió la mirada hacia el ardiente rescoldo donde se chamuscaban algunas piezas de carne. Sobre las ascuas descansaban también las lenguas puntiagudas de varios cuchillos. El pánico aceleró su corazón al darse cuenta que su captor podría volver en cualquier momento y, mientras se deshizo de las ataduras con sorprendente soltura, tomó conciencia de la osadía que pensaba acometer. Sabía que el amanecer era su aliado, cuando las sombras se amparan en las penumbras y nada parece real, cuando la niebla oculta los movimientos y los pierde en la eternidad. Todo iba a terminar. Pero de camino a la puerta reparó en su reflejo inexistente del espejo. La pesadilla hacia días que había terminado.


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