Una vez más, en nuestro reto literario Microrrelatos al Azar, hemos elaborado historias, con un máximo de 150 palabras, incluyendo los siguientes términos elegidos al azar: DIÁSPORA, AXILA, TEMPORAL, BURBUJEAR, IRIDISCENTE, SEMPITERNO y DUDA. Diccionario en mano y con mucho entusiasmo, le hemos echado valor y aquí tenéis el resultado de este nuevo reto. Originalidad, imaginación y variedad son los ingredientes de nuestros textos. La energía, nos la da el deseo de aprender y superarnos. La recompensa a nuestra pasión por las letras, saber que llenamos vuestro tiempo. Esperamos que los disfrutéis.
Gema Frías Luque
SU PARAÍSO (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 30/08/20).
Tuvo la gran suerte de vivir en el paraíso, los
colores iridiscentes eran el detonante diario a la salida del sol. Sentir el
burbujear del río, oler la suavidad de las flores, sentir la libertad temporal
de que todo tenía un perfecto orden y una sólida estructura, no cabía duda que
todo el paisaje pintaba sempiterno.
La casa estaba situada en una diáspora del verde valle
que tenía forma de axila, y esa configuración caprichosa de la naturaleza,
hacía que los vientos y los hielos pasaran desapercibidos en aquel enclave.
Dori Calderón Ramos
PERMÍTAME
-Permítame decirle que no tengo la menor duda de que
lo nuestro no sería temporal, sino sempiterno.
Espero que usted sienta burbujear su interior con mi
compañía, al igual que yo con la suya.
Le ofrezco el cobijo de mis brazos, y que su cabello
iridiscente se pose sobre mi axila, mientras yo la cuido, protejo y sería la
reina de mi villa, así pues, usted tendría que venir hacia mí como diáspora
hacia mi vida.
Por cierto, ¿Señora o Señorita?
-Permítame decirle que no necesito su protección ni
cuidados, que ya me cuido yo solita, y soy reina de mi propia villa. Por
cierto, para usted..., siempre Señora.
Rafa Núñez Rodríguez
UN BANCO PARA DOS (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 30/08/20).
Ya nada es igual en aquel rincón del parque, hasta
las palomas dudan si acercarse a aquella figura sin sombra.
Él se sienta
como siempre, junto a ella, pero ahora se pone a burbujear ese juguete que le
regaló su nieto. Sonríe al mirar las pompas iridiscentes, a ella le encantan. Mira
hacia el lado para verla sonreír, y su corazón se vuelve a romper, vacíos que más
que temporales ya serán eternos.
Tiembla, siente como su cuerpo se rompe y una
diáspora de sentimientos huyen, buscando un alma viva, un nuevo hogar. Mientras,
se hunde en sus recuerdos, en el lunar de su axila, en el pequeño tic de la
ceja, en sus palabras diciéndole que su amor sería sempiterno, mientras le
acariciaba su blanca melena.
Frente a él, las palomas siguen mudas.
Mª Jesús Campos Escalona
ALZHEIMER
Te fuiste yendo
como diáspora que vuela con el viento, imposible de atrapar. Subiste por
tejados, viajaste junto a las nubes iridiscentes, acariciaste con tus dedos el
sol sempiterno. Tu vida se me iba apagando
como una llama en pleno temporal y yo me sentía
impotente ante tal injusticia.
Abrí la
ventana para que entrara la luz del día.
El burbujear del agua del río,
ese sonido me recordó a mi
niñez. Me acerqué a tu cama, te agarré por las axilas, como si de una muñequita se tratase, te ayudé a incorporarte.
-¡Venga abuela,
que es de día!
Tocaste, con tu mano
pálida, una de las mías y por unos minutos sentí que volvías
a ser tú. Vi aparecer lágrimas en
tus ojos y besándote con amor te dije al oído:
-“No quiero
que haya ninguna duda en ti. Eres lo mejor que hay en mi vida. Te
adoro."
Laura Pérez Alférez
DESPEDIDO
La niebla, mi eterna aliada, me abandona
deslizándose sigilosa entre los muros.
Durante generaciones me dediqué a espantar a todo
aquel que osaba traspasar estas puertas, utilizando sábanas voladoras,
arrastrando cadenas, lamentos, burbujear de calderos hirvientes, destellos
fugaces iridiscentes, pasos, risas, gritos...
A partir de mañana seré un número más de la
diáspora errante que vaga por el mundo.
Por equipaje tan sólo llevaré conmigo, oculta debajo
de la axila, a mi sempiterna compañera, la sábana.
Sin duda me veo abocado a abandonar el castillo,
mi hogar durante cientos de años.
En breve, en estos terrenos se va a construir un
hotel de cinco estrellas.
Mi despido será temporal. Volveré...
Cande Molina Mostazo
BURBUJEANTES DE AMOR
Una mañana otoñal
vimos tus ojos por primera vez,
en un segundo nos hiciste descubrir el amor más
puro y sempiterno que existe. Tu padre y yo burbujeábamos de felicidad. Nuestras
miradas bailaban con reflejos iridiscentes mientras acariciábamos tus dulces
sueños. Nos preguntábamos si sabríamos
hacerlo bien, miles de dudas fugaces llegaron a nuestros corazones,
pero cuando temporales de risas y llantos nos pedían abrazos y cobijo, mi instinto me susurró que todo iría bien. Serías el pilar de
nuestras almas, como las axilas son los soportes de las
ramas de los árboles. Nos prometimos llevarte siempre de la mano y que te
ayudaríamos a volar como diáspora del
nido. Entonces la nostalgia velará nuestras noches, pero aun así, seguiremos
alzando tu vuelo.
Mª Carmen Jiménez Aragón
RENACER (Incluido en la selección de mejores microrrelatos del Diario Sur del día 30/08/20).
Una vez recibido y descifrado, el mensaje se
comunicó a todos los planetas aliados y un ejército de jóvenes almas acudió a
la llamada. La diáspora por el planeta Tierra fue inmediata y su misión muy
concreta: debían prescindir de su halo iridiscente y camuflarse, de forma
temporal, bajo apariencia humana, para lograr devolverles la sonrisa a los
niños antes de que llegasen a la edad adulta. No siempre se conseguía, lo de
las cosquillas en la tripa y la axila no funcionaba en estos casos tan
extremos. El método era colocar frente con frente y transferir buenas
vibraciones a la vez que se borraban los malos recuerdos. En seguida
implantaban en ellos la duda de su propia realidad y comenzaban a burbujearles
desde el interior incontenibles sonrisas sempiternas. Así lo hacían desde
milenios atrás, llevándose con ellos solo a los casos irrevocables para
encontrarles una vida a su medida.
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